El Jefe de Gobierno porteño participó del Foro de Periodismo Argentino (FOPEA) y denunció el clima de presión hacia el ejercicio del periodismo crítico, al tiempo que ratificó su compromiso con la libertad de prensa y la ética profesional.
En un contexto cada vez más tenso para el periodismo argentino, Jorge Macri fue contundente al advertir sobre el hostigamiento constante hacia quienes opinan distinto. Desde la emblemática Casa de la Cultura, en el Día del Periodista, el Jefe de Gobierno porteño hizo un llamado urgente a proteger la libertad de expresión y reafirmó su apoyo al rol del periodismo en la democracia.
“Hoy estamos siendo testigos de un hostigamiento constante hacia el periodismo y hacia todo aquel que piensa distinto o haga una crítica a la gestión, incluso cuando esas críticas se hacen de manera constructiva”, expresó Jorge Macri frente a un auditorio compuesto por periodistas, diplomáticos e invitados especiales. “Desde mi lugar, me solidarizo con ustedes y reafirmo nuestro compromiso inquebrantable con la tarea periodística profesional, responsable y ética”.
Estaba allí, entre colegas, escuchando cada palabra con atención. Porque lo que dijo Macri no fue una fórmula vacía para cumplir con el protocolo de la fecha. Fue, por el contrario, un discurso necesario en tiempos donde opinar distinto se paga caro.
En la jornada organizada por el Foro de Periodismo Argentino (FOPEA), Jorge Macri no esquivó los temas incómodos:
-
Denunció presiones y ataques hacia periodistas que cuestionan o critican el poder.
-
Señaló la urgencia de “recuperar el valor de la ejemplaridad” y moderar el lenguaje público.
-
Reconoció que “una democracia madura no le teme a las preguntas incómodas” y que necesita de ciudadanos activos que se informen y participen.
-
Alertó sobre los riesgos de la desinformación, los contenidos falsos y la manipulación digital en tiempos de inteligencia artificial.
“Este hostigamiento nos coloca ante la urgencia de una tarea esencial: atemperar el lenguaje y recuperar el valor de la ejemplaridad”, insistió Macri, subrayando que no se trata solo de defender el periodismo, sino de garantizar que la sociedad pueda acceder a información confiable para tomar decisiones informadas.
La Casa de la Cultura, sede histórica del periódico La Prensa, fue el escenario del evento. Un edificio cargado de historia, que según Macri, está siendo restaurado para recuperar su esplendor como parte del plan de puesta en valor de los espacios culturales porteños. “Estos lugares no son sólo edificios. Son símbolos. Comunican valores, identidad, historia”, dijo.
La referencia a la transformación tecnológica no faltó. La revolución digital ha democratizado el acceso a la información, pero también ha traído sus propios desafíos. “Ya no hay dueños absolutos de la verdad. Los deepfakes, las fake news y la infoxicación nos enfrentan a una crisis de credibilidad. Por eso, hoy más que nunca, debemos defender el valor de la palabra y del dato verificado”, remarcó.
Me fui del evento pensando en lo delicado del momento. Porque cuando el poder se incomoda con las preguntas, es cuando más necesarias se vuelven. Jorge Macri no solo hizo una defensa formal del periodismo; puso sobre la mesa una realidad innegable: ejercer la crítica se ha vuelto riesgoso. Pero si algo quedó claro en esta jornada, es que no estamos dispuestos a callar. La palabra, como siempre, seguirá siendo nuestra herramienta más poderosa.