Desde el corazón de la Ciudad de Buenos Aires, una propuesta educativa y ambiental invita a los estudiantes a aprender con los sentidos despiertos: el Ecoparque vuelve a ofrecer visitas guiadas para instituciones escolares.
“El contacto directo con la naturaleza transforma el aprendizaje. En el Ecoparque, los chicos no solo escuchan sobre biodiversidad: la sienten, la observan y la entienden”, explicaron desde la coordinación educativa del predio, que busca reconvertir la antigua lógica del zoológico hacia una mirada de conservación y educación ambiental.
Con la reapertura del circuito de visitas guiadas, el Ecoparque porteño ofrece una experiencia de aprendizaje diferente en pleno Palermo.
La actividad está especialmente diseñada para estudiantes de todos los niveles educativos, y se lleva a cabo en un entorno natural donde fauna, flora y educación se cruzan para dejar huella.
Las escuelas públicas podrán acceder de forma totalmente gratuita, mientras que las instituciones privadas tendrán un costo de $3.355 por alumno, según informaron desde el Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana.
Las visitas duran una hora y media, con disponibilidad de turnos por la mañana y por la tarde, y comienzan en el acceso ubicado en Plaza Italia (Av. Las Heras y Av. Sarmiento), finalizando en el ingreso sobre Av. Libertador y Av. Sarmiento.
La propuesta no es nueva, pero sí cobra un renovado impulso en tiempos donde la educación ambiental adquiere protagonismo en la agenda escolar.
Según datos oficiales, en lo que va del año ya participaron más de 12 mil estudiantes, lo que representa un crecimiento del 27% respecto al mismo período del año anterior.
Durante el recorrido, los grupos son acompañados por personal especializado del área educativa del Ecoparque, quienes guían la actividad con contenido pedagógico adaptado a cada nivel escolar.
Se busca generar un aprendizaje significativo sobre temas como biodiversidad, conservación, especies nativas y el rol del ser humano en el cuidado del ambiente.
“Uno de los momentos más impactantes es cuando los chicos observan de cerca a animales rescatados o en proceso de rehabilitación, y comprenden por qué es tan importante proteger los ecosistemas”, comentó Verónica Marchese, educadora ambiental del parque.
Además, se proponen actividades interactivas, juegos didácticos y charlas adaptadas, fomentando una comprensión integral de la relación entre la ciudad y su biodiversidad.
El Ecoparque, que reemplazó al antiguo zoológico porteño, representa un cambio de paradigma en el modo de entender el vínculo entre los seres humanos y los animales.
Ya no se trata de exhibir fauna exótica encerrada, sino de promover la educación y la conciencia ambiental desde una perspectiva ética, moderna y sustentable.
El programa de visitas forma parte de una política pública más amplia que impulsa la Ciudad desde hace varios años, apuntando a fortalecer la educación ambiental desde el nivel inicial hasta el secundario.
En ese sentido, el Ecoparque se articula con contenidos curriculares y se convierte en una herramienta pedagógica en campo.
“La experiencia se enmarca en la Ley de Educación Ambiental Integral, que establece la incorporación transversal de esta temática en las escuelas.
Visitar el Ecoparque es poner en práctica lo que se enseña en el aula”, explicó Marcelo Santilli, integrante del equipo de planeamiento del Ministerio de Educación de la Ciudad.
Además del recorrido guiado, las instituciones pueden acceder a materiales complementarios, cuadernillos, propuestas para trabajar antes y después de la visita, e incluso a talleres especiales sobre temáticas específicas, como especies autóctonas, conservación de humedales o reciclaje urbano.
¿Cómo hacer la reserva?
Las instituciones interesadas deben solicitar turno previamente mediante la plataforma oficial del Ecoparque, completando un formulario online.
Los cupos son limitados y se asignan por orden de inscripción. Es necesario que cada grupo esté acompañado por sus docentes y se recomienda llegar al punto de inicio con al menos 15 minutos de anticipación.
El acceso está pensado para facilitar el ingreso de grandes grupos, y cuenta con señalización clara, zonas de espera, sanitarios y personal de coordinación.
Desde la organización insisten en la importancia de respetar las pautas de convivencia, tanto por seguridad como para asegurar el bienestar de los animales y del entorno.
Para muchas escuelas, especialmente las públicas del conurbano y barrios periféricos, esta actividad representa una oportunidad única de salir del aula y conectar con el ambiente urbano desde otra perspectiva.
Algunas instituciones incluso coordinan su visita con otros espacios cercanos, como el Jardín Botánico o el Planetario, completando una jornada integral de conocimiento y descubrimiento.
Ubicado en el predio que durante más de un siglo funcionó como zoológico, el actual Ecoparque es resultado de un proceso de transformación que comenzó en 2016 con el cierre definitivo de las exhibiciones tradicionales de animales.
Desde entonces, el espacio fue resignificado como centro de conservación, educación ambiental y rehabilitación de fauna silvestre.
Hoy, cuenta con senderos temáticos, refugios para animales rescatados, centros de interpretación, espacios verdes recuperados y un programa activo de conservación de especies en peligro, como el cóndor andino, el cardenal amarillo y el aguará guazú.
El predio, que abarca más de 18 hectáreas en el corazón de Palermo, es visitado anualmente por más de 400 mil personas.
Si bien permanece parcialmente cerrado por obras y refuncionalización de sectores, los recorridos escolares y las actividades educativas continúan en funcionamiento con normalidad.
