Tragedia silenciosa en Villa Devoto: cinco muertos por monóxido de carbono en una vivienda familiar
Cinco personas, entre ellas una niña de apenas cuatro años, murieron intoxicadas por monóxido de carbono en una vivienda del barrio porteño de Villa Devoto.
El hecho ocurrió a escasos metros de la estación de tren, en una casa ubicada sobre la calle Sanabria. Un llamado al 911 alertó a las autoridades del macabro hallazgo: un familiar que ingresó a la propiedad encontró a los cuerpos sin vida y dio aviso inmediato a la policía.
Es una tragedia indescriptible, un golpe brutal para cualquier familia. La inhalación de monóxido de carbono suele ser tan silenciosa como letal, y cuando se detecta, muchas veces ya es demasiado tarde”, señaló conmovido Alberto Crescenti, titular del SAME.
El drama se desató en la mañana de un día extremadamente frio. Personal policial acudió rápidamente al domicilio tras recibir la alerta.
Al ingresar, hallaron a un hombre adulto y a una niña inconscientes sobre el suelo. La vivienda tenía las puertas abiertas, producto del ingreso de un familiar que, al advertir la terrible escena, buscó ayuda de inmediato.
Minutos después, arribaron efectivos de Bomberos de la Ciudad, quienes ventilaron todos los ambientes para permitir el ingreso del personal médico del SAME.
Lamentablemente, las tareas de reanimación fueron en vano. En la casa había cinco víctimas fatales: dos adultos mayores (un hombre de 75 años y una mujer de 79), una pareja joven (un hombre de 43 y una mujer de 42) y la hija de estos últimos, una niña de tan solo cuatro años.
El único sobreviviente fue un bebé que se encontraba consciente en el interior de la vivienda. Fue trasladado de urgencia al Hospital Zubizarreta, y las autoridades evaluaban su posterior derivación al Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez o al Pedro Elizalde.
“Que ese bebé haya sobrevivido es casi un milagro. Puede que se haya salvado por estar en un ambiente ligeramente ventilado o alejado del foco de acumulación del gas”, agregó Crescenti.
El monóxido de carbono es un gas altamente tóxico, incoloro, inodoro e insípido. Su peligrosidad radica en que es imposible de detectar sin equipamiento especializado.
Se genera por una combustión incompleta, común en artefactos como estufas, calefones, cocinas o braseros que funcionan con gas, leña o carbón. En ambientes cerrados o con mala ventilación, este gas puede alcanzar concentraciones letales en pocos minutos.
Cada invierno, cientos de familias argentinas están expuestas a este riesgo, muchas veces sin saberlo. Según datos oficiales, en nuestro país se registran al menos 200 muertes anuales por intoxicación con monóxido de carbono. Los casos se incrementan con las bajas temperaturas, cuando el uso de calefacción se vuelve más frecuente.
La tragedia de Villa Devoto no es un caso aislado. En 2023, un episodio similar conmocionó a la comunidad de Merlo, donde una familia entera perdió la vida por la inhalación de este gas.
En todos los casos, la falta de ventilación y el mal estado o uso indebido de los artefactos fueron factores determinantes.
Cómo prevenir intoxicaciones: medidas clave
- Evitar nuevas tragedias exige actuar con conciencia y prevención. Algunas recomendaciones esenciales:
- Ventilación cruzada: mantener una abertura permanente hacia el exterior, como una ventana o rejilla.
- Revisión periódica de estufas, calefones y cocinas por gasistas matriculados.
- Verificar la llama: debe ser siempre azul. Una llama amarilla o anaranjada indica mala combustión.
- Evitar calefaccionar baños o dormitorios con artefactos a gas.
- No dormir con braseros o estufas encendidas.
- Instalar detectores de monóxido de carbono, dispositivos accesibles que pueden emitir una alarma en caso de niveles peligrosos del gas.
El problema no es solo técnico: también es cultural. Muchos hogares priorizan el abrigo sin dimensionar el riesgo de cerrar herméticamente cada ambiente. La creencia de que “el frío se combate cerrando todo” puede ser letal si no se tiene en cuenta la circulación del aire.
La familia afectada en Villa Devoto era conocida y querida en el barrio. Los vecinos, conmocionados, expresaron su dolor y consternación ante una tragedia que golpea en el corazón de cualquier comunidad.
“Es muy triste lo que pasó. Nunca imaginamos que algo así pudiera pasar en una casa como esa, con gente tan buena. Estamos destruidos”, dijo una vecina que pidió no ser identificada.
El hecho dejó una herida abierta, pero también una oportunidad para que este caso no quede solo en las estadísticas: puede servir para despertar conciencia y salvar vidas.
La muerte evitable por monóxido es un drama que año tras año se cobra vidas por desconocimiento, negligencia o descuido.