
El Presidente les concede extensos reportajes con garantía de docilidad. Los enemigos del gobierno que hacen propios y las visitas a la Quinta de Olivos.
Milei encarna, desde el inicio de su mandato, una feroz confrontación con los periodistas de nuestro país, afirmando que son todos culpables de aceptar sobornos a cambio de publicar información falsa o direccionada (“ensobrados”) y por eso merecen ser perseguidos, a excepción de un selecto grupo elegido a dedo por él, entre los que se destacan Fantino, Brey, Viale, Feinmann, Novaresio, Majul, entre otros. El propio Milei pone el margen y elige quién pertenece a este club y quien es “un hijo de puta”, como les suele decir.
Según Épica Rosario, para pertenecer a este grupo hay términos y condiciones que no están escritos pero que todos sus integrantes conocen: la posibilidad de acceder a entrevistas exclusivas con el mandatario y con miembros del Gabinete con la condición de llevar al mínimo las repreguntas y de evitar los temas más espinosos, el compromiso de compartir enemigos y la agenda que marca el Gobierno, y, también, aceptar los peculiares pedidos de Milei, como una invitación a escuchar ópera a la Quinta de Olivos.
Se podría decir que periodismo militante es todo aquel que sigue, responde o defiende los lineamentos del poder de turno. Las razones pueden ser varias: la búsqueda de distintos tipos de beneficios (profesional, simbólico o material) o la profunda coincidencia ideológica entre el periodista y el rumbo de determinado gobierno, o incluso una combinación de todas estas.
Algunos tienen más relación que otros con el Presidente. Trebucq y Viale fueron parte de la comitiva que escuchó música con el Presidente.
Lo que sí comparten los periodistas afines a Milei es el acceso a entrevistas con el presidente. Majul lleva quince notas, Viale once, Trebucq siete, Fantino seis, Rossi cuatro y Brey dos. Las notas también se parecen: aunque a veces aparece alguna pregunta “incómoda” (la situación de la economía, por poner un caso), las charlas suelen ser en un tono amable y las repreguntas brillan por su ausencia.
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