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Intentó robar un auto en Palermo y lo atraparon

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La tranquilidad de una tarde en Palermo se vio interrumpida cuando un hombre de 54 años, de nacionalidad colombiana, fue sorprendido mientras intentaba robar un vehículo con un inhibidor de señal.

El hecho, ocurrido en la intersección de Cerviño y Paunero, puso en evidencia nuevamente el uso de esta tecnología delictiva que preocupa a los vecinos porteños.

“Lo vi merodeando alrededor del auto y me pareció extraño. Cuando se acercó al vehículo y noté que manipulaba algo, decidí avisar al policía que estaba en la zona”, relató el transeúnte que dio aviso a las autoridades y evitó que el robo se concretara.

Según informaron fuentes policiales, el delincuente había intentado abrir un Citroën C3 Aircross blanco propiedad de una mujer de 76 años.

Al advertir la presencia del efectivo de la Comisaría Vecinal 14C, el sospechoso intentó huir corriendo, pero fue rápidamente interceptado en Cerviño y Salguero, a pocas cuadras del lugar inicial.

Durante la requisa, se le secuestró un morral negro en el que llevaba un inhibidor de señal, una herramienta electrónica utilizada para bloquear el cierre centralizado y los sistemas de alarma de los autos.

El caso quedó en manos del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N° 9, bajo la órbita del juez Ángel Gómez Maiorano, quien dispuso actuaciones por tentativa de hurto.

La investigación buscará determinar si el acusado actuaba solo o formaba parte de una banda dedicada a este tipo de delitos.

El uso de inhibidores de señal no es un hecho aislado en la Ciudad de Buenos Aires. En los últimos años se han multiplicado las denuncias por robos bajo esta modalidad, especialmente en barrios como Palermo, Belgrano y Núñez, donde la presencia de automóviles de alta gama atrae a los delincuentes.

Según estadísticas del Ministerio de Seguridad porteño, en lo que va del año se reportaron más de 150 casos vinculados a esta modalidad en la Capital Federal.

Los inhibidores son dispositivos que emiten frecuencias capaces de bloquear la señal del control remoto de las llaves de los autos, lo que impide que las puertas se cierren correctamente y que la alarma se active.

De esta forma, los ladrones pueden acceder con facilidad al interior de los vehículos para sustraer objetos de valor o directamente llevárselos.

Los equipos, de venta ilegal en el mercado negro, tienen un costo que varía entre 200 y 500 dólares, y suelen ser traídos desde el exterior o armados de manera casera.

En este caso, la rápida intervención de un vecino resultó clave para frustrar el robo. “Es importante que la comunidad esté atenta y que ante la mínima sospecha se acerquen a la Policía.

La colaboración ciudadana permite prevenir delitos y detener a quienes ponen en riesgo la seguridad del barrio”, destacó un vocero policial.

Los vecinos de Palermo, en tanto, vienen reclamando mayores patrullajes y controles en las zonas más concurridas, especialmente en las avenidas y calles donde los automovilistas suelen dejar sus vehículos estacionados por varias horas.

Algunos testimonios aseguran que los inhibidores son utilizados con frecuencia en las inmediaciones de centros comerciales, restaurantes y gimnasios, donde los delincuentes esperan a que las víctimas se distraigan para actuar.

La mujer dueña del vehículo agradeció la rápida intervención policial y aseguró que no había notado que su auto estaba en la mira.

“Yo había bajado a hacer un trámite corto. Nunca imaginé que alguien podía estar tratando de abrir el auto en plena tarde y en una esquina con tanta gente circulando. Fue una suerte que un vecino se diera cuenta”, expresó.

El detenido permanece bajo custodia policial y se investiga si tiene antecedentes en el país o en el exterior. Voceros judiciales confirmaron que se pedirá colaboración a la Dirección Nacional de Migraciones para verificar su situación en la Argentina.

La inseguridad sigue siendo uno de los principales temas de preocupación en la Ciudad de Buenos Aires, y los robos con inhibidores de señal forman parte de un fenómeno delictivo que creció al compás del avance tecnológico.

Para muchos especialistas en seguridad, este tipo de casos revelan la necesidad de actualizar los mecanismos de prevención y de fomentar campañas de concientización para que los conductores tomen recaudos básicos, como verificar manualmente el cierre de las puertas y evitar dejar objetos de valor a la vista.

El episodio en Palermo deja en claro que la respuesta ciudadana y la presencia policial activa son elementos fundamentales para combatir un delito que combina astucia, tecnología y oportunidad.

La detención de este hombre fue un paso importante, pero también expone un problema que todavía tiene margen para crecer si no se toman medidas más firmes.