Inicio Devotohoy Movilidad e inundaciones: riesgos ante el pronóstico de tormentas

Movilidad e inundaciones: riesgos ante el pronóstico de tormentas

6

Hoy martes 4 de noviembre, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) lanzó un alerta amarilla para buena parte del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA): entre las 12 y las 18 se esperan tormentas de variada intensidad, con posibilidad de ráfagas de hasta 70 km/h, abundante agua en cortos períodos, actividad eléctrica frecuente y granizo puntual.

“Hay un escenario de riesgo puntual para las próximas horas”, advierte el organismo meteorológico, expresó el SMN al difundir el aviso esta mañana, instando a la sociedad a extremar cuidados.

La advertencia meteorológica —que afecta a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el Conurbano bonaerense y buena parte del territorio provincial— describe un panorama de inestabilidad que avanza desde el sur hacia el norte del país, y sitúa al AMBA en la franja de atención para este martes.

Según el parte oficial, las tormentas previstas pueden generar “abundante caída de agua en cortos períodos, intensas ráfagas que pueden alcanzar localmente los 70 km/h, actividad eléctrica frecuente y ocasional caída de granizo”.

Esta combinación presenta un cóctel peligroso para zonas urbanas, donde el drenaje pluvial puede verse sobrepasado, generando anegamientos y cortes de luz.

Para el organismo meteorológico, este es un fenómeno que califica de “capacidad de daño y riesgo de interrupción momentánea de actividades cotidianas”.

El pronóstico para la Ciudad de Buenos Aires estima una máxima de 25 °C con tormentas aisladas por la mañana y tormentas más intensas por la tarde; luego, hacia la noche, se prevén chaparrones.

Ante esta situación, el SMN emitió una serie de recomendaciones concretas para vecinos y automovilistas:

  • No circular por calles anegadas y evitar estacionar o transitar por zonas susceptibles de inundación.
  • Retirar macetas, sillas de plástico o cualquier objeto en ventanas o balcones que, impulsado por el viento, pueda caer al vacío provocando daños o lesiones.
  • Extremar precauciones en obras o espacios con chapas, ladrillos o tirantes que podrían desprenderse.
  • No manipular artefactos eléctricos que hayan estado en contacto con agua.
  • Evitar depositar residuos que obstruyan sumideros, respetar el horario de 19 a 21 para sacar bolsas de basura y colocar residuos únicamente en contenedores autorizados, ya que obstruir los desagües incrementa el riesgo de anegamiento.
  • Automovilistas: cinturón de seguridad, luces de posición encendidas, distancia de frenado aumentada por la lluvia, velocidad reducida.
  • En caso de peligro o detección de irregularidades, comunicarse con la línea gratuita 103 de Emergencias en la Vía Pública y Edilicias.

El antecedente inmediato de este tipo de eventos ocupa un lugar de atención: horas previas, el SMN había señalado que el patrón climático de la primera semana de noviembre se presentaba “muy activo”, con precipitaciones por encima del promedio en la franja central del país.

En los distritos del interior de la provincia de Buenos Aires, como Ayacucho, Castelli, Dolores, General Lavalle y Rauch, ya se observaron tormentas fuertes, lluvias intensas y ráfagas desde la madrugada.

La presencia de este frente de tormentas se produce en un contexto de mayor humedad atmosférica y corrientes de viento que favorecen la formación de núcleos de tormenta rápidos y potentes, lo que hace que el aviso de alerta amarilla sea tomado con seriedad por las autoridades locales y de emergencias municipales.

En función de esto, distintas comunas del conurbano porteño y la Ciudad intensificaron las guardias pluviales, los cortes de tránsito en zonas de riesgo y la difusión de mensajes de prevención a los ciudadanos.

Se recomienda mantenerse atento al estado de calles, evitar el uso de espacios al aire libre, y cubrirse ante la posibilidad de caída de granizo o desprendimientos debido al viento.

Asimismo, se advierte que aunque la alerta sea de nivel “amarillo” —el cual implica riesgo moderado pero con capacidad de daños— no debe subestimarse: este tipo de fenómenos puede generar cortes de energía, voladuras parciales de techos, caídas de ramas y anegamientos localizados, afectando la movilidad, el transporte público y generando daños materiales.

Para el miércoles, se espera una mejora del tiempo en la Ciudad y alrededores, con descenso de temperatura y menor probabilidad de lluvias, aunque por ahora se mantiene la vigilancia hasta el jueves debido a la posibilidad de nuevos pulsos de inestabilidad.

En ese escenario, es clave que la población adopte una actitud proactiva: asegurar balcones, retirar objetos sueltos, embasar correctamente los desagües domésticos, evitar zonas arboladas en movimiento y no exponerse al exterior cuando las tormentas estén activas.

Más aún, es fundamental que automovilistas y peatones respeten las recomendaciones de tránsito y no circulen en zonas con acumulación de agua, donde la visibilidad es reducida y el riesgo de accidente sensiblemente mayor.

La advertencia es clara y la jornada exige prudencia: en el AMBA estamos ante una tarde con tormentas y viento que pueden alterar la rutina y generar imprevistos.

Tomar conciencia y prepararse al menos dos horas antes del pico —entre las 12 y las 18— puede marcar la diferencia entre un susto menor y un contratiempo serio.