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Cierra la estación Uruguay de la Línea B por obras de renovación

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El lunes 15 de septiembre, la estación Uruguay de la Línea B cerrará sus puertas por tres meses como parte del ambicioso Plan de Renovación Integral de Estaciones impulsado por Subterráneos de Buenos Aires (SBASE).

La intervención apunta a modernizar la infraestructura, mejorar la accesibilidad y brindar una experiencia más segura y confortable a los miles de pasajeros que transitan diariamente por la red de subtes porteña.

Es una obra necesaria y largamente esperada por los usuarios. Queremos que cada estación esté a la altura de lo que merece el transporte público de la ciudad, aseguraron desde SBASE, al detallar el alcance del proyecto que ya suma más de 20 estaciones intervenidas entre subte y Premetro.

La estación Uruguay de la Línea B, ubicada en pleno corazón del centro porteño, permanecerá cerrada al menos tres meses para ser sometida a una profunda renovación edilicia.

Los trabajos forman parte del Plan de Renovación Integral de Estaciones, una estrategia sostenida por SBASE que ya alcanzó a numerosas estaciones de todas las líneas de subterráneo, y que busca mejorar la infraestructura, la seguridad y la experiencia del usuario.

Durante la obra, se llevará a cabo un amplio repertorio de tareas: desde impermeabilización avanzada utilizando productos de última generación hasta la renovación completa de pisos, revestimientos en aleaciones anticorrosivas, pintura general, instalación de luces LED de bajo consumo y la actualización de la señalética tradicional y braille.

En los andenes, se incorporará nuevo mobiliario, incluyendo bancos, cestos y apoyos isquiáticos, que facilitarán el descanso para quienes los necesiten.

Uno de los aspectos más destacados del proyecto es la puesta en valor del patrimonio cultural de la estación.

En ese sentido, cuatro murales originales, ubicados en vestíbulos y andenes, serán cuidadosamente restaurados por un equipo de especialistas en conservación patrimonial.

Esta decisión reafirma el compromiso de SBASE por preservar la identidad artística del subte, un rasgo único que lo distingue a nivel internacional.

La intervención incluirá también los accesos peatonales, las escaleras mecánicas y fijas, los pasillos y vestíbulos, en un intento por ordenar el flujo peatonal y mejorar la circulación interna.

La meta final, según informaron desde SBASE, es transformar a la estación en un espacio más cómodo, seguro y moderno, alineado con los estándares de infraestructura urbana contemporánea.

Este cierre se suma a otros similares que afectan a estaciones clave del sistema, como Carlos Gardel (Línea B) y Plaza Italia y Agüero (Línea D), también clausuradas temporalmente por obras similares.

En conjunto, se trata de una inversión a gran escala, con impacto visible en la movilidad cotidiana de los porteños.

Según datos oficiales, en lo que va del plan ya se pusieron en valor 11 estaciones de subte:

  • Línea A: Castro Barros, Lima y Acoyte
  • Línea B: Pueyrredón y Pasteur-AMIA
  • Línea C: San Martín
  • Línea D: Bulnes, Facultad de Medicina, Scalabrini Ortiz y Palermo
  • Línea E: Jujuy

Además, se intervinieron 13 paradores del Premetro, entre ellos Ana María Janer, Mariano Acosta, Presidente Illia y Pola, ubicados en zonas clave del sur de la ciudad, donde históricamente el servicio presentaba mayores deficiencias.

A futuro, las obras de remodelación continuarán en otras estaciones. Están previstas intervenciones en:

  • Línea A: Loria, Río de Janeiro, Piedras y CongresoLínea B: Malabia (en marcha) y, próximamente, Medrano y Ángel Gallardo (con licitación lanzada)
  • Línea C: Lavalle e Independencia
  • Línea D: Tribunales
  • Línea E: General Urquiza y Entre Ríos

El desafío, sin embargo, no es menor. La renovación exige cierres prolongados que impactan en la rutina de miles de personas, especialmente en corredores de alta densidad como la Línea B, que conecta el microcentro con el oeste de la ciudad y tiene uno de los índices más altos de pasajeros por kilómetro.

En diálogo con diversos usuarios, surgieron opiniones encontradas. Algunos se mostraron conformes con el cierre temporal si la obra es «real y efectiva», pero otros manifestaron preocupación por la falta de alternativas claras durante el tiempo que dure la clausura.

“Entiendo que haya que hacer obras, pero siempre terminamos siendo los que nos adaptamos. Falta mejor comunicación y más transporte alternativo”, comentó Javier, vecino de Almagro que utiliza la Línea B diariamente.

Desde SBASE respondieron que se trabaja en reforzar el servicio de colectivos paralelos y mejorar la comunicación al usuario en tiempo real, aunque reconocen que la incomodidad es inevitable en una obra de esta magnitud. “No se puede renovar sin intervenir y cerrar. Apostamos al largo plazo”, agregaron.

Más allá de las molestias temporales, el plan apunta a resolver problemas estructurales del subte porteño: filtraciones crónicas, iluminación deficiente, mobiliario deteriorado, señalética obsoleta y falta de accesibilidad. Las nuevas estaciones ya intervenidas muestran una mejora visible que justifica la apuesta.

El sistema de subterráneos de Buenos Aires —el más antiguo de América Latina— arrastra décadas de subinversión, y si bien en los últimos años se avanzó en ampliaciones, modernización de flotas y nuevas tecnologías, aún queda un largo camino por recorrer para igualar los estándares de otras ciudades del mundo.

En ese sentido, el Plan de Renovación Integral es apenas una pieza de un rompecabezas mayor que incluye la automatización de señales, incorporación de trenes con aire acondicionado y mejora de la frecuencia, metas aún lejanas pero necesarias si se quiere pensar en un subte como columna vertebral del transporte urbano.

Mientras los andenes de Uruguay se vacían temporalmente, las obras prometen devolver una estación totalmente renovada y adaptada a las necesidades actuales.

Habrá que esperar para comprobar si los resultados están a la altura del esfuerzo que implica para los usuarios.

Por ahora, solo queda desviar el camino habitual y tener paciencia: la transformación está en marcha, aunque el viaje sea más largo de lo esperado.