
En medio de la rutina porteña y con las temperaturas otoñales en descenso, la Ciudad de Buenos Aires sostiene de forma ininterrumpida un servicio clave para la salud pública y el bienestar animal: el operativo de atenciones veterinarias gratuitas sigue activo en todas las comunas, acercando castraciones y vacunaciones a perros y gatos de manera accesible y organizada.
La salud de los animales domésticos también es salud comunitaria. Este programa apunta a mejorar la calidad de vida de las mascotas y a construir una ciudad más ordenada y responsable, expresaron desde la Dirección General de Sanidad y Cuidado Responsable de Caninos y Felinos Domésticos del Gobierno porteño.
En un contexto donde la población de animales de compañía crece año tras año en la Ciudad, garantizar su cuidado básico se vuelve esencial.
Frente a esto, el Gobierno porteño mantiene en funcionamiento un sistema de atención veterinaria gratuita que permite castrar y vacunar contra la rabia a perros y gatos en todos los barrios, mediante operativos móviles y centros fijos estratégicamente ubicados.
Cada semana, ocho móviles recorren distintos puntos de las 15 comunas, ofreciendo atención profesional a los vecinos que deseen realizar estos procedimientos.
Además, dos centros fijos —uno en el Parque Indoamericano (Villa Soldati) y otro en Costanera Sur— están disponibles para reforzar el acceso y ampliar la capacidad de atención.
Esta política pública, impulsada por la Dirección General de Sanidad y Cuidado Responsable de Caninos y Felinos Domésticos, busca no solo cuidar la salud de los animales, sino también fomentar la tenencia responsable y disminuir progresivamente la cantidad de animales abandonados en la vía pública.
Según cifras oficiales, el año pasado se realizaron más de 60.000 castraciones y se aplicaron más de 100.000 vacunas antirrábicas en el ámbito de la Ciudad.
Estas cifras dan cuenta de la dimensión e impacto del programa, que se sostiene con personal veterinario capacitado y una logística que se actualiza semanalmente en redes sociales y en la web oficial de “Animales BA”.
Uno de los pilares del servicio es la castración, un procedimiento quirúrgico que, además de impedir la reproducción, reduce riesgos de enfermedades como infecciones uterinas o tumores mamarios, en el caso de las hembras, y previene conductas agresivas o de marcaje en los machos.
El trámite para acceder es sencillo: se solicita turno online a través del sitio del Gobierno de la Ciudad, utilizando una cuenta de miBA. Una vez confirmado el turno, el vecino recibe por correo electrónico toda la información necesaria para preparar al animal antes de la intervención.
Entre los requisitos para la castración, se destaca que el animal debe tener más de seis meses de edad, estar en buen estado general de salud y asistir en ayunas (12 horas sin alimento y 8 sin agua).
Además, debe llevar collar o pretal, correa o transportadora, identificación y, en el caso de los perros, bozal si corresponde. La persona acompañante debe ser mayor de 18 años y quedarse hasta finalizar el procedimiento.
En paralelo, el operativo también ofrece vacunación antirrábica sin turno previo. Este refuerzo sanitario, gratuito y obligatorio, puede aplicarse a perros y gatos a partir de los tres meses de edad, y debe renovarse anualmente. “Es un error pensar que la rabia está erradicada.
Sigue siendo un riesgo en algunos puntos del país, por eso mantener la inmunización es fundamental”, explica el Dr. Esteban Aguilar, veterinario del operativo, mientras aplica la dosis a un gato callejero recién adoptado.
Desde la organización remarcan que este tipo de acciones no solo apuntan a resolver necesidades puntuales, sino también a cambiar conductas sociales. “Queremos generar conciencia sobre lo que implica tener una mascota. No es un juego, requiere compromiso, cuidados y respeto por el entorno”, añaden.
En barrios donde el acceso a la atención veterinaria privada puede ser un obstáculo económico, este programa representa una alternativa real. Cecilia, vecina de Barracas, llevó a su perra a castrar a uno de los móviles en la Comuna 4: “La atención fue excelente, y para quienes no podemos pagar una veterinaria, esto es un alivio inmenso. Ojalá más gente se entere y aproveche el servicio”, cuenta mientras sostiene una manta para abrigar a su mascota tras la cirugía.
Además del beneficio directo para cada animal, la estrategia permite avanzar en la reducción de la sobrepoblación, un fenómeno que, si no se controla, deriva en el abandono, la reproducción no deseada y, en muchos casos, el maltrato.
En este sentido, la planificación de operativos veterinarios móviles y la descentralización por comunas son fundamentales para llegar a la mayor cantidad de hogares posibles.
Las plataformas digitales, como el sitio oficial del GCBA y las redes sociales de “Animales BA”, cumplen un rol clave en la difusión.
Allí se actualizan semanalmente los lugares donde estarán los móviles, así como también recomendaciones y formularios para solicitar turnos.
Esta información está disponible para todos los vecinos, y suele viralizarse rápidamente gracias al boca en boca y a la colaboración de proteccionistas y asociaciones barriales.
En un país donde el 80% de los hogares cuenta con al menos una mascota, según una encuesta de Kantar, este tipo de iniciativas se vuelven esenciales no solo desde el punto de vista sanitario, sino también como parte de una cultura ciudadana de respeto y empatía hacia los animales.
Como periodista y vecino, reconozco el valor de este tipo de políticas que conectan directamente con las necesidades cotidianas de la gente.
En un contexto de inflación y ajustes, tener acceso a una atención veterinaria gratuita, profesional y accesible no es menor: es una muestra concreta de que un Estado presente puede marcar la diferencia, también en los pequeños gestos que hacen al día a día de nuestras mascotas.