
Corea del Sur atraviesa una encrucijada tras la aprobación de una histórica ley que prohíbe el consumo de carne de perro en todo el país. Esta medida, que entrará plenamente en vigor en febrero de 2027, ha dejado a cientos de criadores, como el reverendo Joo Yeong-bong, en una situación incierta con miles de animales que ya no pueden comercializar legalmente. “Desde el verano pasado hemos intentado vender nuestros perros, pero nadie quiere comprarlos”, contó el criador de 60 años a la BBC.
Según revista Encuentro, la nueva legislación fue impulsada por un cambio en la percepción social hacia los animales de compañía, especialmente entre las generaciones más jóvenes, y marca un giro definitivo en una práctica que por décadas fue motivo de controversia dentro y fuera del país. Aunque los productores tienen un periodo de transición, muchos reportan dificultades para cerrar sus operaciones o encontrar alternativas viables para los animales que aún poseen.
Actualmente, se estima que hay más de 500.000 perros en criaderos destinados al consumo, y el gobierno surcoreano enfrenta el desafío de definir qué hacer con ellos. Las autoridades han prometido apoyo económico a los afectados, pero aún no se han presentado planes concretos sobre la reubicación o el destino final de los animales, lo que mantiene el tema como un asunto pendiente en la agenda pública.