
Un diálogo entre tradición y vanguardia se despliega en el Museo de Arte Español Enrique Larreta con la muestra “Aires de España. Cristina Santander, la huella del gesto”, una exposición que rinde homenaje a una de las grabadoras más importantes del arte argentino contemporáneo.
Cristina Santander, fallecida en 2023, vuelve a escena a través de sus obras más emblemáticas, con el abanico y la tauromaquia como ejes simbólicos de una estética profundamente influida por la cultura española.
El arte de Santander no copia, reinterpreta. No imita, dialoga. En cada trazo hay memoria, en cada estampa, una postura estética y ética, afirmó Patricia Nobilia, curadora de la muestra e investigadora del Museo Larreta.
El Ministerio de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires inaugurará este jueves 18 de septiembre, a las 17 h, la muestra “Aires de España. Cristina Santander, la huella del gesto” en el Museo de Arte Español Enrique Larreta (Av. Juramento 2291).
Organizada en colaboración con la Universidad del Salvador y la Casa de las Artes Cristina Santander, la exposición busca no sólo celebrar la obra de una de las grandes grabadoras del país, sino también reivindicar su lugar como figura central del arte argentino contemporáneo.
La propuesta curatorial pone el foco en la serie Abanicos, una selección de estampas que toma como soporte un objeto profundamente simbólico de la cultura hispánica: el abanico.
Este elemento, cargado de historia y de códigos del lenguaje corporal, se convierte en una plataforma estética a través de la cual Santander explora otro ícono de la identidad española: la tauromaquia.
Sin embargo, lejos de la mirada convencional o festiva del toreo, la artista aborda este universo desde una sensibilidad plástica, fijando en el papel el instante preciso en que el gesto del torero dialoga —y choca— con la fuerza del toro.
El valor de esta exposición reside no sólo en el contenido visual, sino también en el cruce de lenguajes, referencias y herencias culturales.
Cristina Santander supo apropiarse de los grandes temas clásicos del arte español —como hizo antes Goya, su evidente antecedente— y traducirlos en una clave postmoderna, en la que la cita y la reinterpretación conviven con una mirada contemporánea profundamente crítica y femenina.
La muestra, que podrá visitarse hasta el 19 de octubre, incluye también grabados originales de La tauromaquia de Francisco de Goya, prestados del acervo del propio Museo Larreta.
Esta decisión curatorial no es casual: permite al espectador ver y comprender los vínculos entre dos épocas, dos formas de mirar el mismo rito, dos lenguajes gráficos que se funden y dialogan.
Además, se exhiben abanicos del siglo XIX, lo que completa una puesta en escena que oscila entre la documentación histórica y la expresión artística actual.
Cristina Santander, nacida en 1942, desarrolló una carrera artística que trascendió fronteras. Su obra ha sido expuesta tanto en la Argentina como en España, y sus grabados forman parte de colecciones públicas y privadas de renombre.
A lo largo de las décadas, se consolidó como una figura clave en el mundo del grabado, con una técnica depurada y una voz propia que dejó huella en varias generaciones de artistas.
No es casual que el Museo Larreta sea el escenario elegido para este homenaje. Santander mantenía una relación cercana con esta institución, tanto por su afinidad con el arte español como por su constante interés en el cruce entre disciplinas.
La muestra se convierte así en un doble reconocimiento: a su obra y a su vínculo con un museo que la supo contener y comprender.
El acceso a la muestra tiene un valor de $10.000 para el público general, mientras que los residentes argentinos y extranjeros con DNI podrán ingresar por $2.000.
Como es habitual, los miércoles la entrada será gratuita, y hay beneficios especiales para jubilados, estudiantes, personas con discapacidad, menores de 12 años y grupos escolares de instituciones públicas.
Esta iniciativa forma parte del compromiso del Ministerio de Cultura porteño de acercar el arte a la comunidad, y busca también despertar el interés por el grabado como técnica, disciplina y forma de pensamiento visual.
Porque en un mundo cada vez más digital y fugaz, detenerse frente a un grabado, seguir con la vista el trazo preciso de la gubia, o descubrir el juego entre blanco y negro, es también una manera de resistir y reconectar con lo esencial.
Cristina Santander nos dejó en 2023, pero su obra continúa hablando con fuerza. En cada abanico impreso, en cada escena taurina detenida en el tiempo, late su visión del mundo: compleja, sensible y profundamente estética.
Esta exposición no sólo le rinde homenaje, también nos invita a reflexionar sobre la identidad, la herencia y el poder del gesto. A veces, el arte no necesita gritar para hacerse oír: basta un trazo, un gesto sutil, para marcar una época.