Quince días estrictos. Con restricciones en comercios y bancos, sin running y con salidas recreativas acotadas. Incluso se analiza una medida estructural: suspender, durante dos semanas, parte del transporte público entre el conurbano y Capital
Son dos de las opciones que aparecen en el menú, todavía en estudio, que construyen a seis manos Alberto Fernández, Horacio Rodríguez Larreta y Axel Kicillof para la próxima extensión de la cuarentena.
Los tres comparten el criterio de endurecer el aislamiento para restringir la circulación frente al sostenido crecimiento de casos que fijó un nuevo piso de 2000 casos diarios y proyecta una curva ascendente.
«Es una vuelta atrás para tomar aire y ganar tiempo. Una medida para aplanar la curva y darle tiempo al sistema de salud» apuntó Fernández en una reunión este martes en la quinta de Olivos.
Hay otro punto de acuerdo: que la cuarentena rígida, se llame «nueva fase 1» o «fase 2 endurecida», dure «entre 10 o 15 días» y vaya acompañada por un pedido de esfuerzo extra y con un plazo de relajación.
Tiene que ver con la saturación: el domingo próximo, cuando termine la sexta extensión, el AMBA habrá cumplido 100 días de cuarentena con distinto nivel de rigidez.
La otra coincidencia es volver con los controles en las rutas y los accesos. Traducción: que, como ocurrió al principio de la cuarentena, se hagan operativos para, si es necesario secuestrar autos e iniciar causas a los que circulan sin autorización.
El tema del transporte, según fuentes oficiales, apunta no solo a limitarlo a trabajadores esenciales sino que contempla la posibilidad de suspender la circulación de colectivos entre el conurbano y CABA.
Los trenes no estarían alcanzados por esa medida que apunta a reducir la circulación entre la Ciudad y el Gran Buenos Aires.
Así y todo, la red de transporte público del AMBA parece controlada: a datos del último lunes, la cantidad de pasajeros en trenes, subtes y colectivos de AMBA fue apenas el 22% de la cantidad que circulaba pre-cuarentena.
En promedio, entre el 1 y el 13 de marzo pasado, en la red de AMBA viajaron en promedio 4.242.450 por día. Entre el 16 al 19 de junio, la cifra fue de 1.061.398. Es decir: menos de un cuarto de pasajeros.
Pero representa el doble de los 552.179 que lo hicieron, en promedio, entre el 20 y el 26 de marzo, la primera semana de aislamiento rígido.
Luego hay matices. El plazo divide a porteños y bonaerenses. Larreta sugirió que la restricción arranque el 6 de julio y Kicillof sostiene que se debe aplicar cuando antes.
De hecho, el lunes pasado en la reunión de Olivos, el jefe de Gobierno pidió tomar un período para reunir datos y preparar un mensaje unificado sobre la necesidad de la restricción frente a la gravedad de la situación.
En La Plata piden acelerar. «Sin una cuarentena dura de al menos 15 días, se satura el sistema de salud de CABA y la Provincia en un mes o un mes y medio», alertó a Clarín un funcionario de primera línea del gabinete de Kicillof.
Ese alerta sonó el fin de semana en el Gobierno: el aumento de ocupación de camas UTI, que este lunes llegó a 414. Aislada no es una cifra grave, pero si lo es el aumento de 30% en una semana y los niveles de ocupación en el AMBA que ronda el 65%, según detalló el ministro de Salud, Ginés González García.
Fernández analizó ayer en Olivos escenarios y datos. Este jueves se volverá a reunir con Larreta y Kicillof. En estos días repitió el pedido de que haya un abordaje serio sobre la situación de la pandemia.
Espera, además, que la oposición «razonable» respalde las medidas.«Los que hablan de cuarentena inteligente, lo hacen desde el living de la casa. Son irresponsables», se enojó en una charla con sus colaboradores.
Fernández evalúa restringir horarios y actividad de los bancos -solo para jubilados y beneficiarios de planes sociales- y limitar los comercios. En CABA, el 70% de los negocios están abiertos, detalló una fuente porteña.
En Gobierno tienen una posición respecto a qué hacer con los runners y las salidas recreativas, pero entienden que esa es una decisión de Rodríguez Larreta. Preferirían que se cancele la actividad. «No podemos obligar a Larreta», apuntó una fuente del Gobierno nacional aunque esperan que el jefe de Gobierno decida limitar salidas y el deporte nocturno.
Sobre la situación en el conurbano, Fernández contó que habló con intendentes para pedirle que refuercen los controles porque constató que hay mucha circulación en los barrios.