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El Gobierno porteño promueve reparar antes que tirar

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En un contexto donde el consumo desmedido y la obsolescencia programada marcan el ritmo de nuestra vida diaria, el Gobierno porteño lanza una propuesta que va a contramano:

Reparar es Circular. Este nuevo programa promueve la reparación de objetos como un acto de conciencia ambiental, pero también como un hábito cultural que invita a repensar el vínculo con lo que consumimos.

Queremos que cada vecino descubra que reparar no solo es posible, sino que también es un gesto cotidiano con impacto ambiental, económico y social, aseguran desde la Subsecretaría de Ambiente porteña.

El proyecto, desarrollado junto al Club de Reparadores, instala una mirada innovadora sobre el reciclaje y el consumo sustentable.

Reparar, antes que tirar. Esa parece ser la premisa que guía Reparar es Circular, una iniciativa del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires enmarcada en la Estrategia de Economía Circular, que busca cambiar de raíz las prácticas de consumo.

Mediante una alianza con el Club de Reparadores, este programa propone acercar la cultura de la reparación a los barrios porteños a través de una propuesta práctica, itinerante y gratuita: el Repara Móvil.

Este vehículo —una camioneta adaptada como taller móvil— está equipado con herramientas, insumos y técnicos especializados para que los vecinos puedan reparar desde pequeños electrodomésticos y objetos electrónicos, hasta textiles, libros y bicicletas.

El Repara Móvil funciona como una posta barrial que recorre diferentes puntos de la Ciudad con el objetivo de promover encuentros comunitarios, brindar asesoramiento y talleres prácticos, y sobre todo, despertar conciencia sobre el impacto ambiental del descarte.

El espíritu de esta propuesta se basa en tres pilares: reducir la cantidad de residuos que generamos, extender la vida útil de los objetos y fomentar el consumo responsable.

Según datos oficiales, cada vecino de la Ciudad genera en promedio 1,15 kg de residuos por día. Una cifra que, al proyectarse sobre los más de 3 millones de habitantes, habla de una urgencia que no puede seguir postergándose.

«Reparar no es solo ahorrar dinero. Es recuperar el valor de los objetos, darle una segunda oportunidad a algo que parecía roto, y también redescubrir oficios que están siendo desplazados por la lógica del descarte», explican desde el Club de Reparadores, una comunidad que desde hace años promueve encuentros colaborativos donde las personas se ayudan mutuamente a reparar sus cosas.

Con este nuevo acuerdo con el gobierno porteño, logran ahora llegar a más barrios y más vecinos.

Los objetos que se pueden llevar al Repara Móvil incluyen cafeteras, licuadoras, auriculares, celulares, cables, secadores de pelo, cargadores, pavas eléctricas, y también ropa, mochilas, libros y bicicletas. La consigna es simple: si está roto, no lo tires, traelo.

Uno de los ejes del programa es también la capacitación. Durante las jornadas de reparación, se brindan charlas y talleres para enseñar nociones básicas de arreglo de electrodomésticos o costura, fomentando la autonomía de los vecinos.

Así, se genera un círculo virtuoso: menos residuos, más conocimiento y una comunidad más conectada.

La estrategia se alinea con políticas internacionales que promueven la economía circular, un modelo que busca cerrar el ciclo de vida de los productos, materiales y recursos, manteniéndolos en uso el mayor tiempo posible.

Países como Países Bajos o Alemania ya adoptaron medidas similares, y ciudades como París y San Francisco impulsan también mercados de reparación urbana como herramientas contra el cambio climático.

En este sentido, el Repara Móvil no solo representa un avance en términos ambientales, sino también una apuesta por el fortalecimiento del tejido social y de la economía local.

El programa prevé la articulación con emprendedores, talleres de oficios, ferreterías barriales y técnicos independientes, generando así nuevas oportunidades laborales. Las alianzas estratégicas con el sector privado son un componente clave de este esquema.

Además, Reparar es Circular es una apuesta pedagógica. Cada encuentro, cada taller, cada reparación es una excusa para hablar de sustentabilidad, del uso eficiente de los recursos y del impacto que tienen nuestras decisiones cotidianas.

Porque cambiar el paradigma no es solo una cuestión de políticas públicas, sino de prácticas diarias.

Los próximos destinos del Repara Móvil serán informados a través de las redes oficiales del Gobierno porteño, donde se podrá consultar el cronograma completo y los barrios que recibirán esta propuesta. Participar es gratuito y no requiere inscripción previa, aunque en algunos casos se recomienda llegar con anticipación por la alta demanda.

Con esta iniciativa, Buenos Aires se suma a la tendencia global de repensar el consumo, desde una perspectiva sustentable, ciudadana y comunitaria.

No se trata solo de reducir la basura: se trata de recuperar una lógica que parecía olvidada, donde las cosas rotas no se tiraban, sino que se arreglaban. Y en ese gesto, se recuperaba también algo del mundo compartido.