El aroma irresistible del café volverá a perfumar Caballito con la tercera edición de Cafecito BA, una propuesta que combina sabores intensos, cultura al aire libre y entretenimiento para todas las edades. Durante el sábado 26 y domingo 27 de julio, el Parque Rivadavia será el epicentro de esta experiencia multisensorial con más de 15 puestos especializados, cine, libros, música y actividades para compartir en familia.
“Cafecito BA no es solo una feria gastronómica, es un punto de encuentro donde el café se convierte en excusa para compartir, aprender y disfrutar del espacio público de otra manera”, sostienen desde el Ministerio de Cultura porteño, organizador del evento.
La propuesta, que se consolida año a año, busca poner en valor tanto el circuito cafetero local como los hábitos urbanos en torno a esta infusión universal.
El evento se desarrollará el sábado de 10 a 18.30 y el domingo de 10 a 18, en el corazón del barrio de Caballito, específicamente en el Parque Rivadavia (Av. Rivadavia 4950), uno de los espacios verdes más tradicionales de la Ciudad.
Allí se montará un circuito de más de 15 puestos con cafeterías de especialidad, foodtrucks, dulcerías artesanales y propuestas gastronómicas de autor, que ofrecerán desde clásicos como el espresso y el capuccino, hasta variedades más novedosas como el cold brew, flat white o los lattes con leches vegetales.
Los precios arrancarán desde los $3.000 para las bebidas, mientras que las opciones dulces y saladas para acompañar —como medialunas, cookies, sándwiches gourmet, alfajores, tostadas o muffins— partirán desde los $3.500.
Habrá alternativas para celíacos, veganos y vegetarianos, y una particularidad: el festival será pet friendly, por lo que los visitantes podrán acercarse con sus mascotas y disfrutar del día sin restricciones.
Más allá del café como protagonista, Cafecito BA se transformará en un verdadero paseo cultural. Uno de los espacios más destacados será la biblioteca al aire libre, donde se podrá hojear y leer en un entorno relajado, con reposeras, almohadones y música ambiental. Una invitación a maridar una buena lectura con el infaltable aroma a café recién hecho.
Por otro lado, el cine al aire libre propondrá proyecciones de películas y series bajo el cielo de Buenos Aires, en un sector ambientado con mantas y puffs para disfrutar en pareja, con amigos o en familia.
No faltará la música en vivo, con bandas y solistas que pondrán ritmo a la jornada, abarcando géneros que van desde el jazz y el soul, hasta el pop y la fusión latinoamericana.
Una de las curiosidades más comentadas de la edición anterior, y que vuelve este año, es la lectura de la borra del café.
Se trata de una práctica milenaria originaria del Medio Oriente, donde se interpreta lo que queda al fondo de la taza una vez terminada la bebida.
En Cafecito BA, tarotistas y especialistas ofrecerán lecturas simbólicas y espirituales que despiertan la curiosidad de grandes y chicos.
El festival también pondrá el foco en la sustentabilidad. Los organizadores incentivarán el uso de vasos reutilizables y contendores propios, y dispondrán estaciones de reciclaje para reducir el impacto ambiental.
Además, se ofrecerán charlas breves sobre consumo responsable, producción de café y su trazabilidad desde el grano hasta la taza.
En esta edición 2025, se sumarán catas guiadas y talleres introductorios para quienes deseen aprender más sobre el mundo del café: desde cómo moler y preparar una buena taza en casa, hasta descubrir los distintos perfiles de aroma y sabor según su origen (Etiopía, Colombia, Brasil, Guatemala, entre otros). Algunas actividades requerirán inscripción previa a través de la web oficial de la Ciudad.
Caballito, con su mezcla de tradición barrial y vitalidad joven, resulta el escenario ideal para este festival que viene creciendo año tras año.
La elección del Parque Rivadavia como sede no es casual: con sus senderos arbolados, su feria de libros usados, su anfiteatro y sus espacios de juegos, ofrece el marco perfecto para una experiencia de disfrute urbano.
Quienes visiten Cafecito BA no solo podrán deleitarse con los sabores y aromas del café en sus múltiples formas, sino que también serán parte de una experiencia colectiva que revaloriza el uso de los espacios públicos como escenarios culturales.
En palabras de algunos asistentes de ediciones anteriores: “Uno viene por el café, pero se queda por la magia del ambiente”.
