
La Ciudad de Buenos Aires se encuentra bajo alerta amarilla por tormentas que podrían desatar lluvias intensas, ráfagas de viento, granizo y descargas eléctricas durante la mañana del martes.
Las autoridades piden extrema precaución a vecinos y automovilistas para prevenir accidentes y asegurar elementos que puedan convertirse en riesgos.
Es importante que la ciudadanía tome medidas de precaución para resguardar su seguridad y evitar mayores inconvenientes.
No hay que subestimar una tormenta, por más común que parezca, remarcaron voceros del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), al explicar que las tormentas previstas podrían alcanzar intensidad fuerte en cortos períodos.
El SMN emitió una alerta amarilla por tormentas para la Ciudad y alrededores que tendrán su punto crítico durante la mañana del martes.
Si bien la alerta no implica un fenómeno catastrófico, sí supone un riesgo meteorológico que puede provocar complicaciones en la vía pública, tanto para transeúntes como para conductores.
Las tormentas podrían venir acompañadas de granizo, ráfagas intensas de viento y caída abundante de agua en pocos minutos.
Ante este panorama, el Gobierno porteño recomendó a los vecinos adoptar una serie de medidas preventivas: no circular por calles anegadas, no dejar objetos sueltos en balcones o ventanas, y no sacar la basura fuera del horario establecido, para evitar que se tapen los sumideros y se produzcan inundaciones en distintas zonas.
En materia de residuos, se insistió en respetar el horario autorizado para sacar la basura —entre las 19 y las 21 horas, de domingo a viernes— y se recordó que deben colocarse siempre dentro de los contenedores.
“Una simple bolsa fuera de lugar puede bloquear el sistema de desagües y causar anegamientos que afectan a cuadras enteras”, advirtieron desde el área de Higiene Urbana.
Otro punto clave es evitar desplazamientos innecesarios, sobre todo por zonas arboladas, donde puede haber caída de ramas. En estos casos, es vital no tocar cables ni postes de alumbrado público que puedan haber sido dañados por el temporal.
Obras en construcción y balcones, puntos críticos en tormentas
Uno de los mayores riesgos en días de tormenta está vinculado a elementos que se encuentran sueltos en altura: chapas en obras en construcción, macetas en balcones, tendederos, sillas plásticas y hasta carteles pueden ser arrastrados por el viento y convertirse en proyectiles. Por eso, las autoridades solicitan revisar y asegurar todos estos elementos.
La recomendación se extiende también a los trabajadores de obras que deben prever que nada quede expuesto al viento. “Es fundamental que las chapas, tirantes y ladrillos estén bien sujetos. Un descuido puede tener consecuencias graves para cualquier persona que transite cerca”, alertaron fuentes de Defensa Civil.
Automovilistas: precauciones fundamentales al volante
El llamado a la prevención también está dirigido a quienes circulen en vehículos. Las tormentas disminuyen notablemente la visibilidad y aumentan el tiempo de frenado.
Por eso, se recomienda circular a velocidad reducida, con luces encendidas y, por supuesto, con el cinturón de seguridad colocado en todos los ocupantes.
Además, se pide no estacionar en zonas bajas o en lugares propensos a inundarse, ya que muchas veces los vehículos quedan atrapados por el rápido ascenso del agua.
En caso de presentarse situaciones de riesgo, la línea gratuita 103 de Emergencias en la Vía Pública está habilitada para recibir denuncias y brindar asistencia. Para urgencias médicas, se debe llamar al 107 (SAME).
Un fenómeno cada vez más frecuente
Las lluvias torrenciales en cortos períodos de tiempo son un fenómeno que se repite con más frecuencia en los últimos años, como consecuencia directa del cambio climático.
Este tipo de tormentas pone a prueba no solo al sistema de drenaje de la ciudad, sino también la preparación de la ciudadanía. Según registros del SMN, la cantidad de episodios de tormentas con alerta amarilla o superior ha aumentado en el último lustro.
En ese marco, desde el Gobierno porteño vienen trabajando en reforzar el mantenimiento de sumideros y el monitoreo de zonas críticas, pero insisten en que la colaboración ciudadana es clave.
“Por más infraestructura que haya, si los sumideros están tapados por residuos mal dispuestos, los anegamientos van a suceder”, reiteraron voceros del Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana.
Cierres temporales y operativos de emergencia
En paralelo a la alerta, se activaron distintos protocolos en áreas sensibles. Algunas ferias al aire libre fueron suspendidas preventivamente y cuadrillas de limpieza se encuentran en alerta para despejar bocas de tormenta antes del inicio del fenómeno.
También hay refuerzos en hospitales públicos y centros de salud que podrían recibir mayor cantidad de pacientes por caídas o lesiones derivadas del mal tiempo.
Mientras tanto, Defensa Civil monitorea el comportamiento de árboles en espacios públicos y puede ordenar cierres parciales en parques, plazas o zonas arboladas si el viento lo amerita. El personal de seguridad y tránsito también refuerza sus patrullajes para evitar accidentes.
Conciencia y responsabilidad ciudadana
Lo cierto es que muchas de las recomendaciones no requieren gran esfuerzo, sino conciencia: no sacar basura fuera de horario, no dejar objetos en balcones, manejar con precaución o no caminar por calles anegadas puede evitar accidentes y daños importantes.
A la par de los sistemas de alerta temprana, la mejor herramienta sigue siendo la prevención individual y colectiva.
Como cronista y como vecino de esta ciudad, no puedo dejar de insistir: un simple acto irresponsable puede causar un daño irreparable.
Lo viví de cerca hace unos años, cuando una rama mal podada cayó sobre un auto en plena tormenta en Almagro. Por eso, cada vez que se emite una alerta, es importante tomárselo en serio.
La tormenta pasará, pero los efectos de no estar prevenidos pueden durar mucho más.