
Un reciente estudio publicado en PNAS analizó a más de 400.000 personas en Reino Unido y 13.500 en Australia para indagar sobre la asexualidad, definida como la escasa o nula atracción sexual hacia otros. Los investigadores concluyeron que no existe un “gen de la asexualidad”, sino una combinación de múltiples factores genéticos, ambientales y sociales que influyen en este comportamiento humano. El hallazgo desmonta la idea de una causa única y plantea un escenario más complejo y multifacético.
Los resultados también generaron controversia al revelar correlaciones genéticas llamativas. Por ejemplo, se encontró una asociación positiva entre la asexualidad y rasgos como la introversión, el trastorno del espectro autista y la anorexia. En contraste, aparecieron correlaciones negativas con el consumo de drogas y alcohol, la depresión, la ansiedad y el TDAH. Estas conclusiones abren un debate sobre la percepción social de la asexualidad y su relación con la salud mental y los estilos de vida. © ccc.cachicha y cachicha