
Un estudio proteómico identificó al primer órgano que muestra señales consistentes de envejecimiento: la aorta, arteria clave del sistema circulatorio.
Investigadores analizaron más de 12,000 proteínas en 13 órganos humanos, revelando que el envejecimiento avanza de forma distinta en cada tejido.
Entre los 45 y 55 años, la aorta mostró cambios sostenidos en proteínas clave vinculadas con inflamación, senescencia y comunicación celular.
Se detectaron proteínas, según Comunidad Bilógica, como GAS6, que inducen inflamación, pérdida de función vascular y envejecimiento acelerado en células y tejidos cercanos.
La aorta actúa como un foco inicial de envejecimiento: envejece antes y libera señales que desencadenan el deterioro en otros órganos del cuerpo.
Este hallazgo sugiere que los vasos sanguíneos envejecidos no solo reflejan el paso del tiempo, sino que lo propagan activamente.
La investigación también relacionó otras proteínas, como GPNMB, con pérdida física, inflamación sistémica y envejecimiento muscular inducido en modelos animales.
Comprender este proceso podría abrir nuevas estrategias para frenar el envejecimiento desde su origen vascular más temprano.