
La Ciudad de Buenos Aires dio un nuevo paso concreto hacia la movilidad sustentable al lanzar una línea de créditos blandos destinada a taxis, remises y trabajadores de moto-delivery, con el objetivo de facilitar la compra de vehículos eléctricos e híbridos enchufables 0 kilómetro y acelerar la transición hacia un sistema de transporte más limpio, moderno y eficiente.
“En las ciudades más avanzadas del mundo, la electromovilidad ya es parte del paisaje urbano”, afirmó el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, al presentar la iniciativa, y remarcó que este tipo de tecnologías no solo reducen el impacto ambiental, sino que también bajan los costos operativos para quienes manejan todos los días y mejoran la calidad de vida urbana al eliminar ruidos y emisiones contaminantes.
La medida se instrumenta a través del Banco Ciudad, que ofrece préstamos con tasas subsidiadas por el Gobierno porteño, hoy consideradas las más bajas del mercado para este tipo de financiamiento.
El foco está puesto en los trabajadores del transporte, uno de los sectores más expuestos al desgaste de los vehículos y al aumento sostenido de los costos de combustible, mantenimiento y repuestos.
En ese contexto, la posibilidad de acceder a unidades eléctricas o híbridas enchufables aparece como una alternativa estratégica, tanto desde lo económico como desde lo ambiental.
En el caso de taxis y remises, se lanzó una línea de créditos prendarios de hasta 28 millones de pesos, con un plazo máximo de financiación de 48 meses y una tasa fija nominal anual del 20%.
Según los cálculos oficiales, para el monto máximo financiado la cuota inicial ronda los 808 mil pesos, un valor que busca ser compatible con la capacidad de pago del sector.
La línea fue diseñada en conjunto con las cámaras de propietarios de taxis y remises, un dato que refuerza la intención de adaptar la política pública a la realidad concreta de la actividad.
A su vez, se incorporó una línea específica para motos eléctricas, orientada a monotributistas que trabajan en plataformas de delivery y que estén debidamente registrados ante el Gobierno de la Ciudad.
En este caso, el monto máximo de financiación alcanza los 2.800.000 pesos, con un plazo de hasta 36 meses y una tasa fija del 22,5% anual.
Para el tope del crédito, la cuota inicial estimada es de 101 mil pesos. En ambas modalidades, la financiación cubre hasta el 70% del valor de la unidad y se contempla una relación cuota-ingreso del 30%, un criterio clave para sostener la viabilidad del esquema.
El programa se inscribe dentro de una agenda más amplia de electromovilidad que la Ciudad viene impulsando en los últimos años.
Actualmente, Buenos Aires avanza con la instalación de 400 nuevos puntos de carga para autos eléctricos en la vía pública y mantiene la exención permanente del impuesto a la patente para este tipo de vehículos, una señal clara de incentivo a largo plazo.
A esto se suma la incorporación de transporte público eléctrico: desde abril ya funciona la primera línea de buses eléctricos que une Retiro con Parque Lezama, y para 2026 está previsto el inicio del sistema Trambus, con recorridos que conectarán el sur y el norte porteño, desde Pompeya hasta Aeroparque.
En paralelo, el sistema de colectivos también atraviesa un proceso de reconversión. A partir de 2027, los nuevos colectivos que se incorporen a las líneas porteñas deberán funcionar exclusivamente con tecnologías de energía limpia, ya sea eléctricas o a GNC, y no podrán superar los diez años de antigüedad.
En enero, como parte de esta transición, se sumarán 150 nuevas unidades a GNC construidas bajo estándares europeos. A largo plazo, el plan incluye además la construcción de la nueva línea F de subte, la primera en 25 años, que ampliará la red y fortalecerá la movilidad sostenible.
Un aspecto técnico clave del programa de créditos es la definición de los vehículos alcanzados por la financiación.
Los préstamos aplican a unidades híbridas enchufables, que pueden circular durante trayectos prolongados en modo totalmente eléctrico gracias a baterías de mayor capacidad y que se recargan tanto en domicilios particulares como en estaciones públicas.
Este punto resulta central para taxis y remises, cuyo uso intensivo y recorridos diarios hacen que la reducción del consumo de combustible tenga un impacto directo en la rentabilidad.
Los híbridos no enchufables, que dependen mayormente del motor a combustión, quedan excluidos del esquema.
Los créditos estarán disponibles a través de la web del Banco Ciudad y contemplan requisitos diferenciados según el tipo de solicitante.
Para taxis, se exige licencia vigente con al menos dos años de antigüedad, factura proforma del vehículo y acreditación de ingresos con un mínimo de un año como monotributista o trabajador independiente.
Para remises, además de la factura proforma, se solicita constancia de habilitación del vehículo con dos años de antigüedad y requisitos similares de ingresos y categoría fiscal.
En el caso de motos eléctricas, se suma la exigencia de licencia de conducir vigente en la Ciudad, un año de actividad en plataformas de delivery y la inscripción en el registro oficial del segmento.
El lanzamiento de estos créditos refuerza una señal política clara: la transición energética dejó de ser un concepto abstracto para convertirse en una política pública con herramientas concretas, orientadas a quienes sostienen el movimiento diario de la Ciudad.
La combinación de financiamiento accesible, infraestructura de carga, beneficios impositivos y renovación del transporte público configura un escenario que apunta a consolidar a Buenos Aires como una ciudad más limpia, silenciosa y competitiva en el mediano y largo plazo.



