
La Ciudad decidió dar un nuevo salto en la atención sanitaria: reforzó la línea 147 con un call center ampliado, más de 300 operadores y una red de respuesta integrada directamente al sistema público de salud.
Con esta medida, que multiplica la capacidad de otorgar turnos y resolver consultas, se busca agilizar el acceso a hospitales y CeSAC en un momento donde la demanda telefónica y digital sigue creciendo día a día.
Estamos integrando el 147 a la misma lógica de trabajo que rige en los hospitales y centros de salud. Eso nos permite mejorar la precisión, acortar tiempos y acompañar mejor a los vecinos, se destacó durante la recorrida por las nuevas instalaciones, donde se puso en marcha el equipo ampliado que sostiene la atención sanitaria telefónica de la Ciudad.
Como periodista que sigue de cerca la evolución del sistema de salud porteño, veo este refuerzo de la línea 147 como un movimiento estructural que va más allá de sumar personal.
Se trata de una reorganización completa del modo en que la Ciudad canaliza la demanda de turnos, consultas y derivaciones.
El nuevo call center —ubicado junto al CeSAC 42 en Boedo— incorpora más de 300 operadores, supervisores y coordinadores especialmente capacitados en circuitos de derivación, normativas del sistema público, protocolos de atención y gestión de turnos.
Esa formación, que no siempre formó parte del proceso en años anteriores, apunta a unificar criterios y evitar errores frecuentes: derivaciones equivocadas, demoras en la asignación o respuestas incompletas.
Hoy la línea 147 otorga cerca de 10 mil turnos de salud por día, una cifra que dimensiona el volumen real de vecinos que dependen del sistema telefónico para ordenar su atención.
La línea funciona de lunes a viernes de 7 a 22, y los fines de semana y feriados de 8 a 14, lo que también obliga a tener equipos estables y una estructura sólida.
La decisión de fortalecerla se entiende en ese contexto: la demanda crece, los CeSAC y hospitales suman actividad, y la accesibilidad debe sostenerse sin generar cuellos de botella.
Además, esta ampliación se integra a la estrategia digital de BOTI, el WhatsApp oficial de la Ciudad (11-5050-0147).
Mediante el simple comando “turno médico”, cualquier vecino puede iniciar el proceso de solicitud. Sin embargo, no todos están familiarizados con herramientas digitales o tienen conectividad estable, y por eso el 147 sigue siendo un canal indispensable que no puede quedar rezagado.
Durante la supervisión del nuevo call center, el Jefe de Gobierno remarcó que el refuerzo de la línea representa “una demostración del compromiso con un sistema de salud accesible, cercano y en constante mejora”.
En la visita también participó el ministro de Salud, quien subrayó que este modelo “permite acompañar mejor a cada vecino y garantizar una vía clara y efectiva para resolver necesidades de salud”.
Ambos destacan un punto central: la telefonía, lejos de quedar obsoleta, sigue siendo un pilar de la atención primaria, sobre todo para adultos mayores o personas con dificultades para navegar interfaces digitales.
El CeSAC 42 —que funciona a metros del nuevo call center— ilustra la lógica del sistema: trabaja de lunes a viernes de 8 a 20, cuenta con 13 consultorios, odontología, vacunatorio, enfermería, farmacia, áreas administrativas y cuatro equipos interdisciplinarios.
Atienden allí 37 trabajadores que representan la red de salud de cercanía que la Ciudad sostiene desde hace décadas.
Y no es el único: existen 50 CeSAC distribuidos de manera estratégica, de modo que todos los porteños tengan uno a 15 minutos o menos de su casa.
Según datos oficiales, el 85% de las consultas pueden resolverse en estos centros, lo que evita la saturación en guardias hospitalarias.
Quienes presentan síntomas agudos pueden acercarse sin turno y ser atendidos por orden de llegada, mientras que las consultas programadas se organizan vía BOTI o 147.
Esta combinación es clave para mantener un equilibrio entre demanda espontánea y demanda regulada, un desafío permanente en todas las ciudades grandes.
Las mejoras no quedan ahí: la Ciudad informó que hay 35 obras iniciadas y proyectadas para 2025, con una inversión superior a $76.000 millones.
En los últimos meses se inauguró una terapia intensiva en el Hospital Fernández; una guardia y consultorios externos en el Piñero; una sala de internación de salud mental en el Rivadavia; una guardia pediátrica renovada en el Santojanni; tres nuevos CeSAC (Barracas, Villa Devoto y Boedo); y un nuevo edificio del CeSAC 15 en San Telmo. A esto se suman ampliaciones en diversos centros de salud primaria.
Actualmente se encuentran en marcha el nuevo Centro Regional de Hemoterapia, dos CEMAR —en Saavedra y Palermo—, consultorios externos para el Hospital Penna y la ampliación de la guardia del Pirovano.
Esta expansión de infraestructura, combinada con la mejora del sistema de turnos, apunta a un modelo más eficiente, que distribuya la demanda y evite que los hospitales sigan absorbiendo situaciones de baja complejidad que deberían resolverse en la atención primaria.
Desde mi experiencia cubriendo políticas públicas en la Ciudad, puedo afirmar que este movimiento marca una tendencia cada vez más clara: fortalecer la red de proximidad, ordenar el acceso y facilitar la navegación del sistema de salud. El 147, que históricamente fue un número multiconsulta, empieza a ocupar un rol sanitario central gracias a esta reorganización.
El fortalecimiento del 147 no es solo una mejora técnica: es una apuesta a un modelo de salud más humano, accesible y organizado.


