
Mientras gran parte de la Ciudad se mueve al ritmo del verano y las vacaciones, un servicio esencial sigue funcionando sin pausa: la atención veterinaria pública.
Con móviles desplegados en las 15 comunas y centros fijos estratégicos, la Ciudad de Buenos Aires refuerza durante los meses estivales los operativos gratuitos de castración y vacunación antirrábica para perros y gatos, una política sanitaria clave para el bienestar animal y la salud pública.
Desde la Dirección General de Sanidad y Cuidado Responsable de Caninos y Felinos Domésticos insisten en que la continuidad del servicio no es un detalle menor: se trata de garantizar derechos básicos, prevenir enfermedades y promover una convivencia responsable entre personas y animales en el espacio público, incluso —y sobre todo— cuando las altas temperaturas y la menor actividad urbana pueden aumentar los riesgos.
El servicio de Atenciones Veterinarias de la Ciudad continúa trabajando de manera ininterrumpida durante el verano, con un objetivo claro: facilitar el acceso a la castración y a la vacunación antirrábica gratuita en todos los barrios porteños.
La estrategia combina cercanía territorial, planificación semanal y una estructura que permite sostener la demanda a lo largo del año.
Actualmente, los operativos se realizan a través de ocho móviles veterinarios que recorren las 15 Comunas de la Ciudad de Buenos Aires, además de dos centros fijos de atención y castración.
Estos espacios funcionan en el Parque Indoamericano, en Villa Soldati (Av. Escalada y Paseo Islas Malvinas), y en Costanera Sur (Av. Dr. T. Achaval Rodríguez 1550), frente a la emblemática fuente de Lola Mora.
La elección de estos puntos no es casual: buscan garantizar cobertura territorial y accesibilidad para vecinas y vecinos de distintas zonas.
La importancia de estos operativos va mucho más allá de una intervención puntual. La castración temprana y la vacunación sistemática son herramientas centrales para controlar la población animal, reducir el abandono y prevenir enfermedades zoonóticas, como la rabia, que aún representa un riesgo sanitario si no se mantiene una cobertura adecuada.
Según datos de organismos de salud, la vacunación antirrábica sostenida es la principal barrera para evitar brotes, incluso en grandes ciudades.
Acceder a los servicios es un proceso sencillo, aunque requiere atención a algunos pasos clave. Para la vacunación antirrábica, no es necesario solicitar turno previo: las personas pueden acercarse directamente con su perro o gato en las fechas, horarios y lugares que figuran en el cronograma semanal.
Este calendario se publica de manera actualizada en las redes sociales de “Animales BA: Perros y gatos” y en la página web oficial del Gobierno de la Ciudad.
En el caso de la castración, el procedimiento sí requiere turno previo. La inscripción se realiza de forma online a través de la cuenta personal de miBA, donde se debe seleccionar la opción correspondiente al animal y completar un formulario con los datos solicitados.
Una vez confirmada la operación, el sistema envía un correo electrónico con la constancia del turno y toda la información necesaria para el día de la cirugía.
Los requisitos para acceder a la castración están claramente definidos y responden a criterios veterinarios.
El animal debe tener más de seis meses de edad y encontrarse en buen estado de salud. El día del turno, los profesionales realizan un examen clínico preoperatorio y, solo si el animal está apto, se procede con la intervención.
En este punto, es fundamental informar si el perro o gato toma alguna medicación o presenta enfermedades preexistentes; incluso se pueden llevar estudios previos para que el veterinario los evalúe.
También existen pautas estrictas para el día de la cirugía. Los animales deben concurrir con ayuno previo —12 horas sin alimento y 8 horas sin líquidos— y con los elementos de seguridad correspondientes: collar o pretal, chapita identificatoria, correa y bozal en el caso de los perros, o transportadora adecuada si se trata de un gato.
La persona responsable del animal debe ser mayor de 18 años, permanecer en el lugar durante todo el procedimiento y llevar una manta para envolver al animal luego de la intervención.
El enfoque integral del programa no solo apunta a la atención clínica, sino también a la construcción de una tenencia responsable.
Castrar y vacunar no es solo una decisión individual, sino una acción que impacta en toda la comunidad. Menos animales en situación de abandono, menos accidentes, menos conflictos en el espacio público y mejores condiciones de bienestar general son algunos de los efectos directos de estas políticas sostenidas en el tiempo.
En un contexto urbano complejo y con demandas crecientes, la continuidad de los operativos veterinarios durante el verano confirma que la salud animal y la convivencia responsable no se toman vacaciones.
La presencia del Estado en cada comuna, con servicios gratuitos y accesibles, refuerza una idea central: cuidar a perros y gatos es también cuidar a la Ciudad.




