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La Policía de la Ciudad deporta a dos delincuentes tras una persecución en Monserrat

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La ciudad de Buenos Aires continúa fortaleciendo su política de seguridad, especialmente en relación con la expulsión de extranjeros involucrados en actividades delictivas.

En este marco, dos ciudadanos chilenos fueron deportados luego de ser detenidos el pasado 8 de octubre en el barrio de Monserrat.

El operativo, que contó con la participación de la Policía de la Ciudad, fue posible gracias a un convenio entre el Ministerio de Seguridad porteño y la Dirección Nacional de Migraciones, el cual permite agilizar la deportación de extranjeros que cometen delitos en la capital argentina.

El jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, expresó con firmeza: “Extranjero que comete un delito en la Ciudad, vuelve a su país.

Dijimos que íbamos a ordenar la Ciudad, a dar seguridad, y cumplimos. Queremos recibir a todos los que quieran venir a disfrutar, pero cuando son delincuentes y extranjeros, nuestra política es expulsarlos lo más rápido posible, como está sucediendo. No tenemos por qué convivir con gente que viene a delinquir”.

Detención y operativo policial

La detención de los delincuentes chilenos se produjo cuando un oficial de la División de Investigaciones Complejas (DIC) 1 Norte, que realizaba un patrullaje rutinario por la zona de Monserrat, detectó un Peugeot 208 blanco con patentes que parecían adulteradas.

Esto ocurrió en la intersección de la avenida Hipólito Yrigoyen y la calle Lima. Ante la sospecha de irregularidades, el efectivo policial le ordenó al conductor del vehículo que se detuviera, pero este hizo caso omiso y emprendió la fuga, lo que desencadenó una peligrosa persecución a alta velocidad por las calles de la Ciudad.

El conductor del automóvil robado cruzó varias arterias, poniendo en riesgo la seguridad de peatones y otros automovilistas, hasta que, en la calle Venezuela al 700, quedó atrapado en un embotellamiento de tránsito. Aprovechando la situación, ambos delincuentes intentaron huir a pie, pero fueron rápidamente interceptados y arrestados por la Policía de la Ciudad.

Tras ser detenidos, se comprobó que los dos implicados eran de nacionalidad chilena, y que uno de ellos era menor de edad. En el registro del vehículo, los agentes encontraron una barreta de 46 centímetros, utilizada comúnmente para forzar cerraduras, y dos teléfonos celulares en posesión del detenido mayor de edad.

Asimismo, se verificó que las chapas patentes no coincidían con los grabados en los cristales del vehículo, y que tanto la numeración del motor como la del chasis habían sido adulteradas, lo que confirmó que el automóvil en el que circulaban había sido robado.

Decisión judicial y expulsión del país

El caso fue llevado ante la Fiscalía Penal, Contravencional y de Faltas N.º 4, a cargo de Mauro Tereszko. El proceso judicial se enmarcó dentro de un convenio establecido entre Migraciones y el Gobierno de la Ciudad, a través del Ministerio de Seguridad, cuyo objetivo principal es acelerar los trámites de deportación de los extranjeros que cometen delitos en territorio porteño.

El Juzgado de Primera Instancia Penal, Juvenil, Contravencional y de Faltas N.º 2 fue el encargado de dictar la sentencia que ordenó la expulsión de los dos ciudadanos chilenos.

Siguiendo los protocolos de seguridad establecidos, los implicados fueron escoltados por personal de la División Delitos contra Grupos Vulnerables y Trata de Personas de la Policía de la Ciudad hasta el Aeropuerto Internacional Jorge Newbery. Desde allí, abordaron un vuelo con destino a Chile, su país de origen, donde permanecerán, ya que se les ha prohibido su reingreso a la Argentina.

El convenio entre Migraciones y el Gobierno de la Ciudad

La deportación de estos delincuentes se inscribe en un marco más amplio de colaboración entre el Ministerio de Seguridad de la Ciudad y la Dirección Nacional de Migraciones.

Este convenio, que fue firmado recientemente, establece mecanismos más ágiles para expulsar del país a extranjeros que sean detenidos por cometer delitos en la capital. A través de esta política, las autoridades buscan brindar mayor seguridad a los ciudadanos porteños y evitar que individuos que han sido previamente condenados vuelvan a reincidir.

Waldo Wolff, ministro de Seguridad porteño, se refirió al impacto positivo de esta medida en términos de seguridad: “El trabajo en conjunto con la Justicia nos permite nuevamente darle seguridad a los vecinos de que cumplimos lo que decimos: somos implacables con los extranjeros que vienen únicamente a delinquir. En la Ciudad de Buenos Aires no hay ningún tipo de excusa: los vamos a seguir expulsando porque nuestra premisa principal es el orden y proteger a los porteños”.

En lo que va del año, gracias a este acuerdo, ya han sido deportados seis delincuentes extranjeros: cuatro de nacionalidad chilena, uno uruguayo y uno peruano.

Este último caso también involucró a un narcotraficante detenido en varias oportunidades en el Barrio 1-11-14, quien finalmente fue deportado a su país de origen, Perú, en un operativo similar al llevado a cabo con los ciudadanos chilenos.