
Un amplio operativo de seguridad desplegado por la Policía de la Ciudad durante el encuentro entre River Plate y Sarmiento en el estadio Monumental culminó con 49 trapitos demorados, seis micros remitidos a playa y la detención de un prófugo de la Justicia.
La jornada, que convocó a miles de hinchas, estuvo marcada por controles estrictos y la aplicación del programa Tribuna Segura para garantizar un ingreso seguro al estadio.
Trabajamos para que los eventos deportivos sean espacios de disfrute y no de desorden. El cumplimiento de las normas es clave para cuidar a todos, destacaron desde la Subsecretaría de Seguridad en Eventos Masivos y Deportivos, área que coordinó el operativo junto a la Policía de la Ciudad y Agentes de Tránsito.
Durante el partido correspondiente a una nueva fecha de la Liga Profesional de Fútbol, el estadio Monumental fue epicentro de un operativo que involucró a cientos de efectivos policiales distribuidos en tres anillos de control.
En total, se labraron 466 actas contravencionales, de las cuales 336 correspondieron a personas que intentaron acceder a la zona de control sin entradas válidas, un fenómeno que suele repetirse en cada encuentro de alta convocatoria.
El primer anillo de seguridad se ubicó sobre las arterias principales cercanas al estadio, mientras que el segundo y tercer anillo —más alejados— concentraron la mayoría de los procedimientos.
Fue en este último donde se detectó la mayor cantidad de “trapitos” que ofrecían estacionamiento ilegal a los automovilistas. En total, 49 personas fueron demoradas, una de ellas reincidente y puesta a disposición de la Unidad de Flagrancia Norte por desobediencia.
El programa Tribuna Segura volvió a ser una herramienta fundamental en la jornada. Gracias a los controles de identidad digitalizados, se impidió el ingreso a 44 personas con derecho de admisión vigente o registradas en la base de datos por causas judiciales o antecedentes violentos en espectáculos deportivos.
“Estos filtros permiten que las tribunas estén cada vez más limpias de personas con antecedentes, y eso mejora la experiencia del hincha genuino”, remarcaron fuentes del Ministerio de Seguridad porteño.
Además, el sistema permitió detectar a un hombre de 56 años sobre quien pesaba un pedido de captura emitido por el Juzgado Correccional N°5 del Departamento Judicial de Lomas de Zamora, a cargo del Dr. Vaca, por una causa de robo en grado de tentativa. El individuo fue detenido y puesto a disposición de la Justicia, confirmaron voceros policiales.
El operativo también incluyó un estricto control vehicular. Agentes de Tránsito de la Ciudad trabajaron junto al personal policial verificando documentación y condiciones de los micros que trasladaban a los simpatizantes desde distintos puntos del país.
Como resultado, seis unidades fueron remitidas a playa por irregularidades tales como falta de seguro, neumáticos en mal estado o ausencia de habilitación técnica.
Las medidas de control también se extendieron a las inmediaciones del estadio, donde se reguló la circulación vehicular y peatonal para evitar congestionamientos y garantizar el acceso de los servicios de emergencia.
Según se informó, no se registraron incidentes graves ni enfrentamientos entre hinchadas, lo que fue valorado como un saldo positivo por las autoridades.
El operativo fue coordinado por la Subsecretaría de Seguridad en Eventos Masivos y Deportivos, organismo dependiente del Gobierno de la Ciudad, que viene impulsando un modelo de trabajo basado en la coordinación interinstitucional y la anticipación de posibles conflictos.
“Los controles no solo buscan sancionar, sino también prevenir. Cuando hay presencia estatal ordenada y visible, la mayoría de los problemas se desactiva antes de que ocurran”, explicó un funcionario presente en el despliegue.
Desde el club River Plate también se destacó la importancia de los controles. “Como institución acompañamos cada medida que apunte a garantizar que el Monumental siga siendo un estadio modelo en seguridad”, señalaron desde la dirigencia millonaria, que trabaja junto al Gobierno porteño para implementar nuevas tecnologías de reconocimiento facial y control de accesos.
Estadísticas y balance de la jornada
Según el informe oficial, el saldo del operativo arrojó las siguientes cifras:
- 466 actas contravencionales en total.
- 336 casos de intento de ingreso sin entrada.
- 49 trapitos demorados en el tercer anillo.
- 44 personas con derecho de admisión detectadas por Tribuna Segura.
- 6 micros remitidos a playa por infracciones.
- 1 detenido con pedido de captura vigente.
Estos números, aunque reflejan la magnitud de los controles, también exponen una problemática persistente en torno al negocio ilegal del estacionamiento, la reventa de entradas y la presencia de hinchas con antecedentes en espectáculos masivos.
El estadio Monumental, con capacidad para más de 84 mil espectadores, requiere un dispositivo de seguridad proporcional a su tamaño y convocatoria.
En encuentros de alta rivalidad o con gran afluencia, se suelen desplegar más de 1.200 agentes entre policías, bomberos, agentes de tránsito y personal de emergencias.
El objetivo es garantizar el orden tanto en el perímetro del estadio como en los accesos, zonas de transporte y espacios públicos aledaños.
En los últimos años, la Ciudad de Buenos Aires ha intensificado su política de seguridad en eventos deportivos.
Programas como Tribuna Segura y la aplicación de anillos de control escalonados son parte de una estrategia integral que busca reducir hechos violentos, frenar el accionar de las mafias del fútbol y proteger al espectador común.
“Cada operativo es una oportunidad para mejorar, para ajustar protocolos y sumar tecnología. Hoy tenemos más herramientas que nunca para cuidar al público y disuadir delitos”, subrayó un jefe policial consultado.
En una jornada donde el fútbol volvió a ser protagonista, el operativo de seguridad en el Monumental dejó una clara señal: la prevención y la firmeza en los controles son la base para que los espectáculos deportivos puedan vivirse en paz.
Mientras la pelota sigue rodando, la Ciudad redobla esfuerzos para que el estadio más grande del país también sea sinónimo de seguridad y convivencia.