La icónica vida nocturna de Francia se enfrenta a un declive sin precedentes, impulsado por un cambio cultural significativo en la Generación Z. Un informe reciente revela que más de dos tercios de las discotecas en el país han cerrado desde los años 80, una tendencia que se ha acelerado tras la pandemia de CØVID-19.
Este fenómeno se atribuye a un cambio en los hábitos sociales de los jóvenes de entre 18 y 30 años, quienes ahora prefieren la seguridad y comodidad del entretenimiento en casa. La noche de fiesta tradicional ha sido reemplazada por actividades como los videojuegos, las plataformas de streaming y las reuniones sociales en espacios privados.
Como lo adelantó Noticias 24 Hrs, la crisis económica y el auge de las redes sociales también han influido en este cambio, haciendo que los jóvenes evalúen sus opciones de entretenimiento con mayor selectividad. El modelo de la discoteca, que alguna vez fue un pilar de la juventud francesa, ahora es percibido por muchos como algo obsoleto. Como comentó Antonin, un joven parisino de 19 años, al diario Le Parisien: “Nadie que conozco va de fiesta. Prefiero placeres sencillos, como charlar con amigos o la PlayStation. Somos una generación hogareña”.
Esta transformación en los hábitos de ocio plantea un desafío para la industria del entretenimiento y el sector de la hostelería, que buscan adaptarse a las nuevas dinámicas de consumo.
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