Inicio Devotohoy Los bares de Buenos Aires se convierten en aulas vivas

Los bares de Buenos Aires se convierten en aulas vivas

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En pleno invierno porteño, una propuesta íntima y gratuita invita a sumergirse en la historia, el arte y la identidad nacional desde una mesa de bar.

Durante julio, un ciclo de charlas a cargo de especialistas se desplegará en distintos cafés notables de la Ciudad de Buenos Aires, combinando conocimiento, anécdotas y patrimonio, sin inscripción previa y con entrada libre hasta agotar la capacidad del lugar.

“La idea es recuperar espacios de encuentro y diálogo, activando la memoria y las voces que forman parte de nuestra cultura”, explicaron desde la organización de estos encuentros, que reúnen a investigadores, historiadores y artistas en ambientes cálidos, accesibles y cargados de historia.”

El ciclo comenzó el martes 1º de julio en el bar The New Brighton (Sarmiento 645), con “El viaje de Cecilia Grierson”, una conversación entre María Angélica Labiano y María Pía Moreira centrada en las cartas de la primera médica argentina.

Desde la intimidad de sus escritos, se abordó la figura pionera de Grierson, sus luchas y los contextos que la atravesaron. Con una duración de una hora, la charla ofreció un retrato humano y revelador de una figura muchas veces reducida al bronce.

El viernes 4 fue el turno del Bar Iberia (Av. de Mayo 1196), donde la historiadora Sandra Cafarelli compartió su investigación sobre “la esquina más española de Buenos Aires”, en una charla que revisó el vínculo entre inmigración, gastronomía y cultura ibérica en el corazón de la ciudad.

El Iberia, fundado en 1897, fue durante décadas un centro neurálgico de la comunidad española en la ciudad, especialmente durante la Guerra Civil.

El lunes 7, el encuentro se trasladó al Bar La Poesía (Chile 502), donde Marcelo Weissel propuso pensar el presente desde el pasado con “Barraca Peña a la luz de los espacios históricos de las ciudades puerto”.

Allí, se puso en valor el patrimonio industrial y ambiental de Buenos Aires, con énfasis en las transformaciones urbanas que acompañaron al desarrollo portuario. Fue también una oportunidad para reflexionar sobre cómo conservar estos espacios en contextos de creciente urbanización.

Al día siguiente, el martes 8, el Bar El Federal (Carlos Calvo 599) fue el escenario elegido para repasar las historias ocultas del 9 de julio de 1816.

Bajo el título “La independencia argentina”, el historiador José María González Losada propuso una mirada distinta sobre el Congreso de Tucumán y los entramados políticos, sociales y personales detrás de la declaración independentista. ¿Qué se ocultó? ¿Quiénes estuvieron realmente en ese histórico salón?

Ya en la segunda mitad del mes, el lunes 14 a las 17:30, Marcelo Bukavec condujo una charla imperdible en el Bar Cabildo de Buenos Aires (Perú 86): “Un paseo por la historieta argentina”.

Desde Mafalda hasta El Eternauta, se repasó el imaginario de personajes que marcaron generaciones y que hoy forman parte del Paseo de la Historieta, un circuito turístico y cultural de San Telmo y Monserrat. El recorrido virtual fue acompañado de reflexiones sobre el rol social de la historieta y su evolución en el país.

El miércoles 16, nuevamente en The Brighton, se celebró una charla en torno al diseño gráfico y la política: “Tipografía para la Independencia”, a cargo de Fabio Ares y Andy Quetglas.

Letras impresas y manuscritas fueron analizadas como dispositivos culturales que ayudaron a construir un imaginario emancipador durante las luchas por la independencia, aportando una mirada poco frecuente sobre la historia argentina.

Finalmente, el miércoles 23, Silvia Brunelli y Paola Bianco abordarán la actualidad de un instrumento icónico: “Bandoneón problemático y febril: la fabricación del instrumento en la posmodernidad”, también en el bar La Poesía.

¿Cómo se produce un bandoneón hoy? ¿Qué desafíos enfrenta su fabricación en Argentina? Esta charla buscará pensar el tango desde su entraña técnica, artesanal y simbólica.

Lo más valioso de estas propuestas no radica solamente en la calidad de sus contenidos, sino en el formato: accesible, amigable, cálido.

Sin inscripción, sin protocolos, sin costos. Solo basta con llegar temprano, tomar asiento, pedir un café y dejarse llevar por las palabras de quienes han dedicado su vida a investigar y contar las historias de este país y su gente.

Este ciclo es una de las tantas formas en que la Ciudad de Buenos Aires mantiene viva su tradición de cafés como centros de pensamiento, conversación y comunidad.

Porque en cada rincón de estos bares se cruzan generaciones, memorias y futuros posibles. Porque no todo ocurre en auditorios o salas de museo: muchas veces, los diálogos más profundos nacen al calor de una taza, entre columnas de mármol y vitrales de otros siglos.