La Ciudad dio un paso decidido para transformar la rutina del transporte público en un momento de encuentro con los libros: desde este martes, la estación Plaza de Mayo de la Línea A contará con BiblioSubte, el primer espacio de la Red Pública de Bibliotecas abierto dentro de la red de subterráneos.
Con más de 150 títulos disponibles para préstamo, el proyecto busca que la lectura se vuelva tan cotidiana como tomar el subte.
Queremos que leer sea tan accesible como viajar en subte. Que los libros estén donde está la gente, explicó una fuente del Ministerio de Cultura durante la presentación oficial de este nuevo servicio, una frase que resume el espíritu del programa que comenzará a funcionar de lunes a viernes entre las 9 y las 20 horas.
Concebido como un punto de préstamo inmediato y de fácil acceso, BiblioSubte se integra al sistema público de bibliotecas, ampliando la presencia cultural en el espacio urbano y ofreciendo una alternativa concreta para aprovechar los tiempos muertos del viaje.
La inauguración, prevista para el 2 de diciembre a las 15 h, contará con la presencia de la ministra de Cultura de la Ciudad, Gabriela Ricardes; la subsecretaria de Gestión Cultural, Alejandra Cuevas; el presidente de SBASE, Javier Ibáñez, y el director general de Promoción del Libro, las Bibliotecas y la Cultura, Javier Martínez.
El nuevo punto de lectura estará ubicado en la emblemática cabecera de la Línea A, a metros de la Plaza de Mayo, un espacio por donde circulan diariamente más de 70 mil personas, según datos oficiales de SBASE.
Los usuarios que ya formen parte de la Red de Bibliotecas Públicas podrán retirar hasta tres libros por mes a través del catálogo centralizado, mientras que quienes aún no sean socios podrán anotarse en pocos minutos completando un formulario online.
Asimismo, la devolución de los ejemplares será sencilla: un buzón estará disponible durante toda la semana, incluyendo fines de semana, para garantizar que los lectores puedan regresar los libros en cualquier momento de su paso por la estación. La idea central es que el proceso sea ágil, gratuito y cómodo.
“Sumar lectores, acercar los libros a la gente, generar más amor por la lectura. Eso es lo que nos guía”, afirmó Ricardes, destacando que el Gobierno porteño viene impulsando acciones similares, como la Biblioteca Digital Jorge Luis Borges, que ya cuenta con miles de descargas mensuales.
El presidente de SBASE, Javier Ibáñez, remarcó que “el Subte no es solamente un medio de transporte” y que muchos pasajeros aprovechan el trayecto para leer.
“Por eso inauguramos esta biblioteca, hacemos sueltas de libros e impulsamos iniciativas que permitan realizar una pausa en la rutina y formar parte de una comunidad”, añadió.
En la misma línea se expresó Martínez, quien planteó que “las bibliotecas están donde está la gente”, y que BiblioSubte encarna esa idea de cultura en movimiento: un punto inesperado que aparece en medio del apuro cotidiano, ofreciendo una pausa y un refugio para el pensamiento.
Durante el último año, la red de subterráneos fue escenario de distintas acciones que anticiparon la llegada de BiblioSubte.
Una de las más destacadas fue el “Vagón de lectores”, una experiencia impulsada por la reconocida booktuber Cecilia Bona, que convocó a usuarios a compartir un tramo del viaje leyendo al mismo tiempo.
La iniciativa buscó contagiar el hábito de la lectura y mostrar que, incluso en espacios de tránsito, se puede generar comunidad.
También sobresalieron las sueltas de libros, que consistieron en distribuir ejemplares gratuitos en diversas estaciones para que los pasajeros pudieran llevarlos, leerlos y luego dejarlos en otro punto del subte, creando un circuito informal de circulación literaria.
Estas acciones demostraron que existe un público dispuesto a leer, a descubrir autores y a vincularse desde otra sensibilidad con el espacio urbano.
La llegada de BiblioSubte formaliza y amplía estas experiencias, dotándolas de una estructura permanente, con catálogo propio, personal capacitado y un sistema de préstamo ordenado.
Desde el Ministerio de Cultura aseguran que el objetivo es que otros puntos del subte puedan sumarse en el futuro, transformando la red en un corredor cultural que acompañe los desplazamientos de miles de personas cada día.
En un contexto donde las pantallas dominan buena parte del tiempo libre, esta propuesta invita a recuperar el gesto simple y poderoso de abrir un libro.
Desde la Ciudad remarcan que el préstamo público sigue siendo una de las herramientas más efectivas para incentivar el acceso a la literatura, especialmente entre jóvenes y adultos que no suelen frecuentar bibliotecas tradicionales.
Además, los datos acompañan la tendencia: en 2024, la Red de Bibliotecas Públicas registró un aumento de casi el 20% en la cantidad de socios activos, y la Biblioteca Digital superó los dos millones de lecturas.
La expectativa oficial es que BiblioSubte sume nuevos usuarios y consolide una relación más cercana entre los lectores y los espacios públicos.
Con esta iniciativa, la Ciudad busca que la lectura se vuelva parte natural del desplazamiento cotidiano. Un libro que se abre en medio del viaje puede transformar minutos rutinarios en un momento íntimo, reflexivo y reparador.
BiblioSubte apunta precisamente a eso: a que cada trayecto tenga la posibilidad de convertirse en una historia.
