El presidente Donald Trump anunció nuevos aranceles a casi 70 países, incluyendo un impactante 35% para su vecino Canadá, en su intento por reestructurar el comercio global para beneficiar a la economía estadounidense.
Sin embargo, en un pequeño respiro que abre la puerta a nuevas negociaciones, la Casa Blanca anunció que las medidas entrarán en vigor en una semana para la mayoría de los países, no este viernes como se esperaba.
Según Trump, los aranceles fortalecerán a los exportadores estadounidenses, a la vez que incentivarán la manufactura nacional al impedir la entrada de importaciones extranjeras, pero suscitan temores de inflación y otras consecuencias en la mayor economía del mundo.
Trump elevó los aranceles a casi 70 economías, desde el nivel actual del 10% impuesto en abril, cuando impuso aranceles «recíprocos» alegando prácticas comerciales desleales.
Los nuevos niveles, más elevados, enumerados en una orden ejecutiva, varían según el socio comercial y llegan hasta el 41%.
Cualquier mercancía «transbordada» a través de otras jurisdicciones para evitar los aranceles estadounidenses se verá afectada por un arancel adicional del 40%, según la orden.
El magnate aumentó por separado los aranceles sobre los productos canadienses del 25% al 35%, a partir de este viernes.
Había advertido sobre las consecuencias comerciales para Canadá después de que el primer ministro Mark Carney anunciara sus planes de reconocer un Estado palestino en la Asamblea General de la ONU en septiembre.
La orden de Trump citó la falta de cooperación de Canadá para frenar el flujo continuo de fentanilo y otras drogas ilícitas, así como sus represalias contra sus medidas. Carney afirmó que su gobierno estaba «decepcionado» con el aumento, y citó sus esfuerzos para combatir el fentanilo y aumentar la seguridad fronteriza.
Trump dio más tiempo a su vecino e importante socio comercial, México, al retrasar 90 días la amenaza de aumentar los aranceles del 25% al 30%, tras mantener conversaciones con la presidenta Claudia Sheinbaum y se mantienen las exenciones para una amplia gama de productos canadienses y mexicanos que ingresan a Estados Unidos en virtud del tratado comercial de América del Norte.
Ante las dudas sobre la eficacia de los acuerdos comerciales bilaterales ya alcanzados, incluidos los alcanzados con la Unión Europea y Japón, el resultado del plan general de Trump seguía siendo incierto.
Pekín advirtió que el proteccionismo estadounidense «perjudica los intereses de todas las partes. La oposición china a los aranceles ha sido constante y clara», declaró el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Guo Jiakun, y añadió: «No hay ganador en una guerra arancelaria o comercial».
Cabe destacar que China quedó excluida del conflicto, ya que su fecha límite es el 12 de agosto, fecha en la que los aranceles podrían volver a niveles más altos. Washington y Pekín llegaron a elevar los aranceles de represalia a niveles de tres dígitos, pero ambos países han acordado reducirlos temporalmente y están trabajando para extender su tregua.
El aumento de los aranceles se produce después de que Washington pospusiera dos veces su implementación en medio de una frenética serie de negociaciones, junto con anuncios de nuevos aranceles y acuerdos con sus socios.
El republicano de 79 años ha convertido los aranceles en un elemento central de su política proteccionista. El jueves, afirmó que la economía estadounidense «no tenía ninguna posibilidad de supervivencia ni de éxito» sin gravámenes.
Pero la última andanada se produjo en medio de impugnaciones legales contra el uso de los poderes económicos de emergencia por parte de Trump. Después de que un tribunal inferior dictaminara que el presidente se excedió en su autoridad, la Corte de Apelaciones de Estados Unidos escuchó el jueves los argumentos en casos contra los aranceles generales aplicados a diferentes países.
Si bien el presidente ha promocionado un aumento en los ingresos aduaneros este año, los economistas advierten que los aranceles podrían impulsar la inflación. Quienes defienden su política argumentan que su impacto será puntual, pero los analistas esperan más datos para evaluar los efectos más persistentes. Entre quienes lograron llegar a acuerdos con Washington para evitar la amenaza de gravámenes más elevados se encuentran Vietnam, Japón, Indonesia, Filipinas, Corea del Sur y la Unión Europea.
Entre otros niveles arancelarios ajustados en la última orden de Trump, Suiza ahora enfrenta un arancel más alto, del 39 %. El arancel sobre los productos taiwaneses se revisó a la baja del 32 % al 20 %, pero su presidente, Lai Ching-te, prometió buscar un nivel aún más bajo.
En el Sudeste Asiático, Camboya y Tailandia recibieron con satisfacción la noticia de que cada uno se enfrenta a un arancel del 19 %, inferior a los niveles iniciales amenazados del 49 % y el 36 %, respectivamente.
Gran Bretaña también llegó a un acuerdo con Estados Unidos, aunque inicialmente no se le impuso un aumento de aranceles «recíprocos».
Cabe destacar que China quedó excluida del conflicto, ya que su fecha límite es el 12 de agosto, fecha en la que los aranceles podrían volver a niveles más altos. Washington y Pekín llegaron a elevar los aranceles de represalia a niveles de tres dígitos, pero ambos países han acordado reducirlos temporalmente y están trabajando para extender su tregua. © ANSA