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Primavera 2022: Palermo fue una fiesta como siempre

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Palermo no solo es el barrio más grande, es el barrio más alegre y colorido de la Ciudad, en el día de ayer con picnics improvisados y mucho entusiasmo, grupos de adolescentes volvieron a elegir la zona de los Lagos de Palermo para celebrar sus día tras dos años de suspensiones por la pandemia.

Miles de estudiantes festejaron el dia de la Primavera y del Estudiante en los hermosos lagos de Palermo, ubicados en la Ciudad de Buenos Aires, donde disfrutaron picnics durante una jornada de clima cambiante y ambiente distendido, sin barbijos ni restricciones derivadas de la pandemia de coronavirus.

En un día primaveral fresco y ventoso, cientos de estudiantes desplegaron mantas sobre el césped e improvisaron picnics alrededor de los lagos para compartir el tradicional festejo anual, en el que muchos de ellos conocieron Palermo por primera vez, de esta forma, chicos y chicas distribuyeron sánguches, papas fritas, bizcochuelos caseros, gaseosas y mates en el centro de una ronda, mientras varios de ellos sacaron mazos de cartas y se pusieron a jugar.

Entre algunas de las primeras visitantes, se conocieron cinco chicas de 17 años del colegio San Pedro, del barrio porteño de Monte Castro, eligieron acercarse por primera vez a Palermo para «pasar el día al aire libre y pasear en los botecitos, también, un grupo de estudiantes de Medicina de la Universidad de La Matanza (Unlam), señalaron que si bien durante el 2020 no se juntaron debido a la pandemia, el año pasado retomaron los festejos.

Algunos adolescentes llegaron al parque de Palermo desde distintos puntos del conurbano, como General San Martín, La Matanza, Presidente Derqui, Ramos Mejía y Morón, desde donde tienen entre una y dos horas de viaje, un grupo de estudiantes del colegio Nuestra Señora de Fátima, de Lomas del Mirador, en la zona oeste del conurbano, contaron que viajaron «más o menos una hora y media» desde su localidad porque «es un lugar tradicional y además acá hay un lago».

Pasado el mediodía nublado, el cielo comenzó a despejarse por la tarde y llegaron más adolescentes y jóvenes con ramos de flores, mochilas repletas de viandas, varios termos de mate y parlantes en los que sonaba música pop y reguetón.

Las amigas también contaron que, si bien empezaron a venir bastante seguido, sobre todo en la pandemia, después dejamos de venir bastante, y coincidieron en que esperaban más grupos de estudiantes en el parque: «está tranquilo, pensamos que iba a estar explotado de gente».

Otro de los atractivos de la jornada fueron las pequeñas crías de los gansos que viven en los lagos, que se acercaban en grupos familiares a los estudiantes para que les arrojen pan y galletas, mientras los jóvenes les sacaban fotos, finalmente, un grupo con unos diez estudiantes de quinto año de la escuela «número 53» de Villa Ballester, se ubicó cerca de uno de los lagos para compartir un almuerzo.

Los estudiantes transformaron este miércoles el paisaje del tradicional lugar de encuentro para recibir la primavera, en el que no faltaron los habituales vendedores de globos, helado y garrapiñada, junto a los corredores o paseadores de perros y deportistas.