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Primer festival en la Ciudad contra las apuestas de menores

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En un clima de fiesta y reflexión, cientos de jóvenes se reunieron en el estadio Mary Terán de Weiss para participar de “NOoo Ludo!”, el primer festival de la Ciudad de Buenos Aires contra las apuestas en menores.

Con shows en vivo, freestyle, stand up, DJs y un patio gastronómico, la jornada no sólo entretuvo: también visibilizó una problemática urgente que afecta cada vez más a chicas y chicos de distintos barrios porteños.

Acá no hay zonas grises. Que un chico apueste y tenga acceso a una plataforma legal o ilegal de apuestas es un delito y al delito lo vamos a combatir siempre, advirtió el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, quien encabezó el evento junto a funcionarios de su gabinete y autoridades de Lotería de la Ciudad.

El festival “NOoo Ludo!” no fue un evento más en el calendario cultural de la Ciudad. Tuvo una misión clara: visibilizar, concientizar y prevenir una problemática creciente que afecta a miles de adolescentes porteños: la ludopatía.

En un contexto donde las plataformas de apuestas online se multiplican a una velocidad alarmante y llegan sin filtro a los dispositivos de los más chicos, el Gobierno de la Ciudad dio un paso firme con esta iniciativa gratuita, organizada por la Fundación CasaSan y enmarcada en la campaña “Hablar es Ganar” de Lotería de Buenos Aires (LOTBA).

La cita fue en el estadio Mary Terán de Weiss, en Villa Lugano, y reunió a cientos de jóvenes que disfrutaron de una jornada completa con propuestas culturales, artísticas y gastronómicas.

Batallas de freestyle, stand up, shows en vivo y la presencia de artistas como G Sony, Chino CNO y Neo Pistea convirtieron el lugar en un espacio de encuentro, expresión y compromiso. El cierre estuvo a cargo del popular rapero Neo Pistea, quien fue ovacionado por el público juvenil que colmó las gradas.

Más allá del espectáculo, el objetivo del festival fue sensibilizar sobre los peligros del juego online en menores. Según datos oficiales, en los últimos años se registró un aumento preocupante en la cantidad de adolescentes que acceden a plataformas de apuestas desde sus celulares, muchas veces utilizando datos falsos o cuentas de terceros.

La Fundación CasaSan, motor central de esta movida, trabaja desde hace años en barrios vulnerables como La Boca con talleres de arte, deportes y contención para chicos y adolescentes con problemas de adicción.

Uno de sus focos actuales es revitalizar la calle Necochea y sus tradicionales cantinas, transformándolas en espacios culturales y de integración.

El Gobierno porteño ya lleva implementadas medidas concretas para frenar el avance del juego en menores: desde el bloqueo de sitios web durante el horario escolar, hasta talleres en escuelas secundarias, charlas para familias sobre el uso responsable de la tecnología y capacitaciones para docentes en manejo de situaciones de riesgo en entornos digitales.

En cifras, el avance es notable. Sólo en la Red BA WiFi se bloquearon 1.698 sitios de juego en escuelas, mientras que el total de sitios web restringidos asciende a 2.396.

Se intimó además a 89 influencers por promocionar el juego ilegal, de los cuales 15 ya realizaron capacitaciones, y se concretaron 20 denuncias contra el juego físico clandestino. Los talleres de concientización —más de 400 hasta la fecha— ya alcanzaron a más de 50 mil personas.

“El trabajo en conjunto entre el Estado, las ONG y la comunidad es clave para proteger a nuestros pibes. La adicción al juego no es un juego, y prevenirla desde temprano es una responsabilidad de todos”, subrayó el titular de LOTBA, Jesús Acevedo, quien también estuvo presente durante la jornada.

Por su parte, el jefe de Gabinete, Gabriel Sánchez Zinny, destacó la importancia de “ofrecer alternativas reales a los jóvenes en sus barrios”, y señaló que festivales como este “muestran que se puede generar conciencia sin dejar de lado la cultura, la música y el disfrute colectivo”.

La campaña “Hablar es Ganar” apunta justamente a abrir el diálogo en familias, escuelas y grupos de pares. No se trata sólo de advertir sobre los peligros, sino también de construir espacios donde los chicos puedan hablar, expresar sus inquietudes y ser escuchados. Por eso, la propuesta de combinar el arte urbano con el mensaje preventivo resultó tan potente y efectiva.

El fenómeno de la ludopatía infantil no distingue clase social ni barrio. En un contexto donde las redes sociales y los influencers muchas veces promueven el juego como forma de éxito fácil o de estatus, la prevención debe ser transversal. Y, como dejó en claro Jorge Macri, sin doble discurso: “Un chico apostando no es un descuido. Es un delito que hay que combatir con todo el peso del Estado”.

Además de los shows, durante el evento hubo espacios donde los adolescentes pudieron acercarse a charlas, talleres y actividades participativas orientadas a pensar su relación con el juego, la tecnología y el uso del tiempo libre. Fue una jornada integral, pensada no sólo para disfrutar sino también para despertar conciencia.