Tomar café con el estómago vacío puede disparar el cortisol, la hormona del estrés, hasta un 50%. Esto provoca ansiedad, nerviosismo y alteraciones en el azúcar en sangre, además de posibles daños intestinales e inflamación a largo plazo. Se recomienda consumirlo después del desayuno para equilibrar las hormonas.
Beber agua fría al comenzar el día ralentiza la digestión hasta en un 25%, porque el estómago debe calentar el líquido antes de procesarlo. El agua a temperatura ambiente o tibia facilita la absorción de nutrientes y activa la actividad enzimática.
Incorporar agua con limón en la mañana estimula el ácido estomacal y el flujo de bilis, mejora la digestión, hidrata y aporta vitamina C. Además, masticar los alimentos al menos 30 veces ayuda a absorber mejor los nutrientes y evita malestares digestivos. © radioboing973
