
La feria “Sabe la Tierra” regresa esta semana a distintos puntos de la Ciudad con su propuesta sustentable y saludable.
Con productos agroecológicos, alimentos integrales, cosmética natural y objetos de diseño con materiales reciclados, esta iniciativa busca acercar a los vecinos una alternativa de consumo consciente y de cercanía, en un entorno amigable y al aire libre. Se suspende en caso de lluvia.
Cada feria es una oportunidad para repensar nuestros hábitos de consumo. Apostamos a lo local, lo artesanal y lo saludable.
Es un gesto simple, pero potente: elegir otra forma de comprar, expresaron desde la organización de Sabe la Tierra, que recorre plazas y parques de Buenos Aires con una propuesta que combina alimentación sana, sustentabilidad y apoyo a pequeños productores.
El Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana de la Ciudad dio a conocer las nuevas ubicaciones donde estará disponible “Sabe la Tierra” durante esta semana.
Con presencia en plazas clave y parques porteños, la feria itinerante se ha convertido en un clásico para quienes priorizan una alimentación más consciente y eligen productos amigables con el medio ambiente.
El recorrido comienza el miércoles en Plaza Roma (Leandro N. Alem y Tucumán), de 11 a 16. Ese mismo día y también el jueves, los puestos estarán en el Microcentro (Av. Sáenz Peña y Florida) de 10 a 18.
El jueves, además, se sumará la feria en la zona de Tribunales (Libertad y Lavalle) con horario extendido de 11 a 19. El viernes será el turno de Parque Rivadavia (Av. Rivadavia 4950), de 11 a 19.
El sábado, la feria itinerante se instalará en Plaza Arenales (Mercedes y Nueva York) entre las 12 y las 20. Finalmente, el domingo, se podrá visitar en tres espacios simultáneos: Plaza Irlanda (Av. Gaona y Seguí), Parque Saavedra (García del Río 3300), ambos de 8 a 14, y Parque Las Heras (French y Av. Cnel. Díaz) de 13 a 19.
Cada edición de Sabe la Tierra ofrece una amplia variedad de productos que responden a criterios de sustentabilidad y cuidado del cuerpo.
Entre los alimentos más elegidos por los vecinos se destacan las frutas y verduras agroecológicas, los panificados y dulces integrales, la miel natural, los aceites de oliva extra virgen y productos de almacén saludable. También hay opciones aptas para celíacos, comida vegana y macrobiótica.
A esto se suma una destacada oferta de cosmética natural -libre de químicos y testeos en animales- y objetos de diseño hechos con materiales reciclados: desde juguetes realizados con descartes hasta lapiceras ecológicas, lápices que se pueden plantar, portacelulares y vajilla artesanal de barro. Todo pensado con una lógica de consumo responsable y respeto por el entorno.
Según datos de la organización, más de 200.000 personas ya pasaron por las ferias de Sabe la Tierra desde su nacimiento.
La iniciativa fue reconocida por su aporte al fortalecimiento de los circuitos cortos de comercialización, el apoyo a pequeños emprendedores y productores, y la difusión de prácticas sostenibles de producción y consumo.
Además del acceso a productos saludables y naturales, Sabe la Tierra se ha transformado en un espacio de encuentro barrial, donde el intercambio va más allá de lo comercial.
Talleres sobre huerta urbana, charlas sobre nutrición y espectáculos culturales suelen complementar la propuesta, generando una experiencia integral en cada jornada.
En tiempos donde el impacto ambiental y el cuidado de la salud ocupan un lugar central, propuestas como Sabe la Tierra se consolidan como una alternativa concreta para cambiar la manera en que compramos y consumimos.
De paso, se respalda el trabajo de emprendedores y productores locales que apuestan por modelos más justos y sostenibles.
En lo personal, cada vez que visito la feria me encuentro con mucho más que productos: hay historias detrás de cada emprendedor, hay esfuerzo y convicciones.
Recorrer “Sabe la Tierra” es hacer una pausa en la vorágine urbana para reconectar con lo esencial, con la tierra, con los otros y con uno mismo. Y eso, créanme, no tiene precio.