En un desafortunado evento que pone en jaque las medidas de seguridad establecidas, la Escuela N° 9 Genaro Berón De Astrada, situada en el corazón de Palermo, ha sido víctima de la sustracción de aproximadamente 200 portátiles.
Este incidente, que tuvo lugar a pesar de la vigilancia mediante las cámaras de seguridad en una denominada “aula segura”, marca el último de una serie de robos que han afectado a la comunidad educativa.
Esto ocurrió el martes pasado a las 10.30 de la mañana en la institución ubicada en El Salvador 4037 entre la Avenida Medrano y Acuña de Figueroa. La comuna 14 de la Ciudad de Buenos Aires había dejado de ser noticia por la inseguridad que suscita en la zona.
Según la fuentes policiales, los delincuentes habían ingresado por un ventilete que está ubicado en el comedor de la extensa escuela que abarca media cuadra el lugar.
El alerta sobre el robo fue dado mediante una llamada al 911, lo que movilizó al personal de la Comisaría Vecinal 14 A hacia el lugar de los hechos. El caso es investigado por la Fiscalía en lo Criminal y Correccional 56, a cargo del fiscal Edgardo Orfila, quien le dio intervención en la pesquisa a la División Robos y Hurtos de la Policía de la Ciudad.
En el lugar, trabajaron los peritos de la División Rastros de la Policía Científica, pero reportaron que la búsqueda de huellas dio resultado negativo.
El “panorama horrible”, como lo describieron en un comunicado en ese momento, empeoró cuando subieron al primer piso. Según describieron desde la cuenta de Instagram de la Asociación Cooperadora de la Escuela, encontraron las puertas del aula de informática abiertas, los vidrios rotos y varios libros y trabajos de alumnos de 7° tirados y revueltos. También notaron el faltante de 150 netbooks que los chicos utilizaban para estudiar.
Varios son los robos y hasta se investiga el porqué de estos. ¿Por qué tantas veces la institución? ¿Por qué siempre la misma escuela? Quizás son las mismas preguntas que tienen los padres, madres, estudiantes que buscan una explicación lógica. Días separan el comienzo de clases y nuevamente el ser robado genera impotencia y bronca por parte de la comunidad escolar.
Una nueva historia más de robos
Padres de alumnos han expresado su preocupación este viernes, señalando que es la cuarta ocasión en 18 meses que la escuela enfrenta un robo de esta magnitud. Los equipos robados, esenciales para el aprendizaje de los estudiantes, suelen aparecer en sitios de venta en línea.
“Se trata de una operación muy meticulosa y planificada. A pesar de las cámaras en el ‘aula segura’, obtenida tras reclamos y peticiones, los robos persisten. Incluso, en ocasiones anteriores, las cámaras no registraron actividad alguna“, comentó una madre afectada.
Además, se ha solicitado la reposición del rol del sereno o cuidador en la institución, figura que no ha sido reemplazada tras la jubilación del último encargado, como medida adicional para reforzar la seguridad. Quizás debería ser de la comunidad escolar para que la confianza sea mucho más de parte de la comunidad y de parte de la escuela.
Este patrón de robos no solo representa una pérdida material significativa para la institución, sino que también eleva interrogantes sobre la efectividad de las medidas de seguridad actuales y subraya la necesidad de adoptar estrategias más sólidas para proteger los recursos educativos.
Parece que fuera a propósito pero el cronograma de los robos es el siguiente (solamente excluyente en 18 meses):
16/8/2022 robaron 72 computadoras.
28/11/2022 robaron 185 computadoras y vandalizaron el edificio. Incluso dejaron los papeles que estaban colgados por parte de la institución, algunos decían “compus cargadas”.
7/11/2023 robaron 64 computadoras.
13/2/2024 robaron 200 computadoras.
Nuevamente tendrán que dejar un papel pegado en la apertura de la escuela que dirá “escuela cerrada por vandalismo”. El pedido de más seguridad ya está realizado y desde la comunidad exigen policías de la Ciudad. Con la escuela no.
