Jodie Foster, una de las actrices más reconocidas de Hollywood, ha cautivado al público y a la crítica desde su infancia. Conocida por su papel a los 12 años como la prostituta adolescente en la icónica película de Martin Scorsese, Taxi Driver, Foster ha crecido y madurado literalmente frente a las cámaras, demostrando un talento excepcional desde sus inicios.
Su reciente aparición en el Festival de Cannes ha reafirmado su estatus como una intérprete de clase mundial. En la película Vida Privada, dirigida por la cineasta francesa Rebecca Zlotowski, Foster encarna un personaje que le permite mostrar una madurez e inteligencia interpretativa que ha sido ampliamente elogiada. Su actuación en esta obra es un testamento a su evolución como actriz.
Durante el festival, Foster compartió una perspectiva reveladora sobre su carrera y su enfoque actual de la actuación. «Cuanto más vieja me hago, más despreocupada quiero estar», afirmó, destacando un cambio significativo en su filosofía. Lejos de buscar roles centrados en sí misma, ahora prefiere participar en proyectos que «hablen de otras personas», mostrando un genuino interés en apoyar nuevas voces y el trabajo de sus colegas.
Su humildad y sabiduría resonaron fuertemente en la prensa, arrancando aplausos al declarar: «Es maravilloso ser la anciana que dice: ‘¡No te preocupes, no hay nada serio en esto!’”. Esta declaración encapsula la serenidad y la perspectiva que Jodie Foster ha cultivado a lo largo de una carrera extraordinaria.
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